Norberto Bobbio
Tomado de la Nación Digital: http://www.nacion.com Jueves 15 de enero, 2004. San José, Costa Rica.• Ha muerto un pensador de nuestro tiempo
Gustavo González Solano
Profesor de Lógica Jurídica. UCR
El 9 de enero de 2004, a los 94 años de edad, murió, en el hospital Molinette de Turín (norte de Italia), uno de los pensadores más importantes de nuestro tiempo: el filósofo y senador vitalicio italiano Norberto Bobbio. Nacido en 1909 en Turín, Bobbio inició su labor como profesor de derecho a mediados de los años treinta, tras lo cual impartió clases en las universidades de Camerino (1936-1938), Siena (1938-1940) y Padua (1940-1948). En 1948 asumió la titularidad de la cátedra de filosofía del derecho en la Universidad de Turín, donde trabajó hasta 1972, cuando pasó a la Facultad de Ciencias Políticas de la misma institución. En 1982, el entonces presidente de la República, Sandro Pertini, lo nombró senador vitalicio.
Su obra estuvo influida sobre todo por dos autores: el pensador austriaco Hans Kelsen, especialmente en el área del derecho, y el autor del Leviatán , Thomas Hobbes, especialmente en el área de la Teoría Política. Otros intelectuales influyentes en su obra fueron el italiano Benedetto Croce y el alemán Max Weber.
Certeza de la duda. Como intelectual defendió en todo momento “la certeza de la duda”, lo que lo hizo un hombre abierto al debate de ideas y un luchador por los valores democráticos. Para Bobbio, la democracia es “un conjunto de reglas (primarias o fundamentales) que establecen quién está autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qué procedimientos”. En su libro El futuro de la democracia , Bobbio advertía de algunos rasgos negativos de las actuales democracias, como la subordinación de los individuos a los grupos organizados que luchan por intereses particulares en detrimento de la representación política general, la permanencia del poder invisible que actúa a espaldas y sin el conocimiento de la colectividad, el creciente poder de los técnicos y las burocracias, y la ingobernabilidad derivada de la incapacidad de las autoridades nacionales para procesar el conjunto de demandas sociales.
Bobbio consideraba que la democracia representativa no se agota en el “Estado parlamentario” y defendía un “proceso de democratización” caracterizado por la ampliación de las reglas de representatividad a los marcos de organización de la sociedad civil. El pensador turinés estaba también particularmente interesado en el papel del intelectual, que diferenciaba claramente del hombre de acción. En su obra Los intelectuales y el poder establecía una diferencia tajante entre los pensadores de la política y los políticos de profesión. Mientras los primeros se dedican a elaborar ideas y a discutir problemas, los segundos se dedican a tomar decisiones, en lo que era una clara influencia de las propuestas de Max Weber en favor de la separación entre las esferas del conocimiento y la acción.
Obras. Los primeros pasos de Bobbio en la política fueron en la resistencia antifascista, período en el cual incluso sufrió encarcelamiento por estar ligado a la corriente liberal-socialista a fines de los años 30. Posteriormente, durante la Guerra Fría, se vinculó al llamado Movimiento de la Política de la Cultura, muy crítica con la práctica habitual de los políticos. Con respecto a la política internacional, Bobbio se dedicó activamente a los estudios sobre el problema de la guerra, los caminos de la paz y el pacifismo como actividad política. En sus últimos tiempos, Bobbio se fue desligando de los problemas políticos coyunturales y se interesó más por causas más humanas, como la vejez o la muerte, como quedó reflejado en su obra De senectute . Entre sus obras destacan Derecha e izquierda: razones y significados de una distinción política , que fue record de ventas en 1994; Después de la caída: el fracaso del comunismo y el futuro del socialismo, El futuro de la democracia, El problema de la guerra y las vías de la paz, De senectute, Diccionario de política (escrito junto a Nicola Matteucci y Gianfranco Pasquino), Ni con Marx ni contra Marx, Liberalismo y democracia, Los intelectuales y el poder, Teoría general del derecho, La certeza de la duda.
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