jueves, noviembre 13, 2008

Evocación de un gran maestro: Manuel Tuñón de Lara



Evocación de un gran maestro: Manuel Tuñón de Lara
Tomado de Zer Revista de estudios de comunicación, dirección web http://www.ehu.es/zer/

El pasado 25 de enero falleció, a los 81 años de edad, en su casa de Leioa Manuel Tuñón de Lara, catedrático de Historia Contemporánea y profesor emérito en la Facultad de Ciencias de la Información entre 1983 y 1991, sin duda el intelectual más relevante y el docente más prestigioso que ha tenido nuestra Facultad en sus veinte años de existencia.

Apenas hay personalidades parangonables a la suya en la Universidad del País Vasco. Tan sólo recuerdo ahora a dos grandes intelectuales vascos de su misma generación, la denominada generación rota de 1936: Koldo Mitxelena y Julio Caro Baroja, también catedráticos de la UPV/EHU. Con el eminente lingüista tuvo en común su condición de vencidos en la Guerra Civil y presos en la inmediata posguerra; consecuencia de ello fue su tardío y dificultoso acceso a la Universidad. Como Caro Baroja, Tuñón de Lara fue un maestro de historiadores, un precursor de la Historia social y un renovador de la historiografía española, contribuyendo ambos al surgimiento y al desarrollo de una historiografía científica en Vasconia.

En junio de 1982, el rector Gregorio Monreal propuso incorporarse a la UPV/EHU a Manuel Tuñón, a la sazón catedrático recién jubilado en la Universidad de Pau y ya residente en el País Vasco, tras haber vivido 35 años en Francia desde que se vio forzado a exiliarse por la Dictadura de Franco. Manolo Tuñón aceptó con enorme ilusión esta invitación, pues le permitía ser profesor de forma permanente en una Universidad española, cosa que había sido imposible hasta entonces. Así fue como en el primer semestre de 1983 dictó sendos cursos sobre Historia de la Prensa y Metodología de la Historia a profesores y alumnos de nuestra Facultad. Nombrado catedrático, su avanzada edad no le impidió impartir muchas clases de Historia Contemporánea de España y del País Vasco. Además, explicaba cursos de extensión universitaria en barrios de Bilbao, siendo director de uno de éstos dedicado a la Cultura Vasca (1984-85).

Mediado el decenio de 1980, Tuñón de Lara dirigía el Departamento de Historia Contemporánea de la UPV/EHU con su autoridad moral y su talante conciliador. Al mismo tiempo, desarrollaba su capacidad de creador de encuentros también en nuestra Facultad (como en sus famosos Coloquios de Pau) a través de su predisposición al trabajo en equipo. Así, con la ayuda de Carmelo Garitaonandía, organizó y dirigió dos Encuentros de Historia de la Prensa (1985 y 1988), pioneros en su género, que dieron lugar a sendos libros básicos de esa disciplina publicados por el Servicio Editorial de la UPV/EHU.

Junto a la Historia de la Prensa, el otro ámbito en el que más aportó a la historiografía vasca fue el de la Guerra Civil. Con motivo de su cincuentenario, en 1987 dirigió unas Jornadas sobre la Guerra Civil en Euskadi, con gran éxito de público en Bilbao, y un curso de verano en San Sebastián sobre el bombardeo de Gernika ("el hecho histórico más importante del siglo", a su juicio, por ser una tragedia que marcó la Historia del mundo entero). Me ocupé con él y con el profesor Garitaonandía de organizar ambos Coloquios y de editar sus Actas en la UPV/EHU.

La tercera gran aportación de Manuel Tuñón a nuestra Universidad, en la que se volcó en el último decenio, fue la dirección de la revista semestral Historia Contemporánea (1988-1996), considerada la mejor de su especialidad en España y de prestigio internacional. En ella ha contado con la colaboración de sus múltiples amigos y discípulos esparcidos por Universidades españolas y francesas y, en especial, con el buen hacer del profesor Ricardo Miralles, secretario de la revista y editor de la mayoría de sus quince números.

Por todo ello, constituyó una gran suerte para la UPV/EHU que Tuñón de Lara recalara en Euskadi en los tres últimos lustros de su vida, como señalaron el rector Pello Salaburu y el consejero de Educación Inaxio Oliveri en la ceremonia de despedida que tuvo lugar en el cementerio de Derio el 27 de enero. La Universidad del País Vasco lo reconoció así cuando publicó el libro homenaje Manuel Tuñón de Lara. El compromiso con la Historia. Su vida y su obra (1993), y el catálogo de la exposición Manuel Tuñón de Lara maestro de historiadores (1994).

De Manuel Tuñón nos queda una rica e ingente obra, que ha marcado toda una época de la historiografía española, y un valioso legado intelectual que sus discípulos más próximos vamos a continuar. Empero, de Manolo Tuñón nos queda sobre todo el recuerdo imperecedero del hombre bueno e íntegro, comprometido con su tiempo y con su país, que supo alzarse por encima de las tragedias y las miserias que le tocó sufrir a lo largo de su fecunda existencia, y la memoria inolvidable del amigo entrañable, que ha dejado una huella indeleble en los que tuvimos la fortuna de trabajar codo a codo con él y de conocerle en profundidad durante las dos últimas décadas. Por eso, Manolo Tuñón es para nosotros un ejemplo a imitar, un modelo a seguir, ahora que ha entrado ya en la Historia.

Adiós, Manolo, tu espíritu y tu magisterio nos acompañarán siempre.

José Luis de la Granja Sainz
© José Luis de la Granja Sainz



revista de estudios de comunicación
komunikazio ikasketen aldizkaria
mayo 1997 maiatza

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