Hace 25 años (1 de enero de
1988) murió trágicamente el historiador Paulino González Villalobos uno de los
científicos sociales más inquietos de lo que el mismo denominó Nueva Historia
en Costa Rica.
Sirva este espacio para
recordar a un historiador e intelectual inquieto, propositivo, y de gran
conciencia crítica. Gracias a sus
formas de pensar y concebir el mundo, le
permitió a González Villalobos incidir en varios historiadores que siguen encontrando en su figura una forma
de hacer historia comprometida con la realidad social en que se circunscribe; con sus formas de debatir el conocimiento
histórico y con su forma de promover una historia abierta, critica, plural y
sin censuras.
Los que pudieron conocer a
Paulino González siempre lo retratan como un historiador e intelectual que
tenía el don de hacer que las personas que lo trataban se sintieran más que
cómodas. Al parecer era de esas personas
que animaban a pensar y a desarrollar proyectos de investigación con libertad, tanto entre sus estudiantes como colegas. La mayoría lo recuerdan como un académico que
hacía sentir a las personas que sus
proyectos eran respetables, convenientes,
dignos, o simplemente atractivos, y que
al mismo tiempo aplicaba la rigurosidad teórico metodológica en sus
comentarios.
Por ello al mismo tiempo que
veía atractivos los proyectos de investigación los apoya y espera el mejor esfuerzo del
investigador. En suma, la gente lo
retrata como esos maestros de la academia y de la vida.
Su carácter de maestro se evidenciaba en todas las dimensiones. Como académico se indica que siempre fue un camarada, un colaborador y un promotor de ideas y proyectos antes que un competidor egoísta o descalificador de proyectos. Como ser humano fue humilde, respetuoso y comprensivo dejando de lado la arrogancia, la soberbia y el egocéntrico que a veces permean en las comunidades científicas. En el ámbito de las prácticas cotidianas siempre se destacó por ser un ejecutor de ideas y proyectos, más que un operador o docente déspota, como los que dominaban la época de la educación instruccioncita. En sus polémicas, discusiones y debates se caracterizaron por ser enérgicas, pero alegres, propositivas y encantadoras antes que pesimistas o deprimentes, como suele ocurrir con el intelectual anodino o que tiene poco que decir. Finalmente, consigo mismo, González Villalobos fue un perfeccionista que pasó el mismo por una crítica y autoevaluación personal, antes que achacar la insatisfacción a otros, permitiendo con ello que proyectos, ideas y sugerencias avanzaran. En fin, un maestro que todos desean tener a su lado.
Por todo lo anterior y recordando a este gran intelectual, el Centro de Investigaciones Históricas de América Central pone a disposición de todos los interesados decenas de documentos de investigación del profesor Luis Paulino González Villalobos para que sirvan no solo de recordatorio a su memoria, sino que también sean útiles para retomar su valiosa agenda de investigación. Así, nos atrevemos a adjuntar un inapreciable inventario desarrollado por Eugenia Rojas en el año 2000.
Finalmente, para las futuras
generaciones de historiadores también adjuntamos un bello artículo que se
hizo en su momento en Anuario de
Estudios Centroamericanos, Vol. 14 (1988).
http://revistas.ucr.ac.cr/index.php/anuario/article/view/3264/3170 y dos de sus obras localizadas en el repositorio Rafael Obregón son:
1987
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1987
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Agradezco la gran ayuda del Dr. Guillermo Carvajal con sus fotografías y
charlas que orientaron este rescate documental
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