lunes, marzo 02, 2009

Reseña del libro de Kaye, H.J., Los historiadores marxistas británicos: un análisis introductorio.



Historia Actual Online
Publicación: Asociación de Historia Actual
ISSN: 1696-2060
Número 6 (Invierno 2005), 218-220


Kaye, H.J., Los historiadores marxistas británicos: un análisis introductorio. Zaragoza, Prensas Universitarias, 1989, 240 pp.

Alejandro Estrella González1
(1) Universidad de Cádiz, Spain

Recibido: 21 Noviembre 2004 Revisado: 14 Diciembre 2004 Aceptado: 15 Enero 2005 Publicación Online: 15 Febrero 2005

Reseña de Libros

Harvey J. Kaye, profesor de la Universidad de Wisconsin, publicó en 1984 este excelente texto en el que se aborda el estudio de una de las grandes escuelas historiográficas del siglo XX. La Universidad de Zaragoza se encargó de presentarlo al público castellano en 1989, con edición y presentación a cargo de Julián Casanova. El comentario de una obra, escrita ahora hace 17 años, quizá pueda parecer inadecuado en pos de un intercambio historiográfico actualizado. No obstante, Harvey J. Kaye, intervino en Julio de 1999 en el II Congreso Internacional de Historia a Debate con una conferencia titulada Fanning the Spark of Hope in the Past: The British Marxist Historians, en la que consideraba vigentes los argumentos fundamentales de la obra en cuestión. Por ello y dado el contexto historiográfico en el que nos encontramos de reformulación y búsqueda de nuevos paradigmas, no resulta superfluo retomar un estudio de tales características.

En líneas generales el libro está concebido como una contribución al proceso de simbiosis que estaba acaeciendo en los 80 entre la historia y la sociología, plasmándose en un progresivo desarrollo de la historia social y de la sociología histórica. Es en este espacio interdisciplinar en el que debemos ubicar la obra y por tanto el tema que trata: es decir, ¿cuál ha sido la aportación de los historiadores marxistas británicos al respecto? Para responder a esta cuestión, la obra es estructurada en siete capítulos, de los cuales, el primero, supone un esbozo general en el que se van a trazar las líneas fundamentales que la articulan. Los capítulos 2 al 6 se centran en, posiblemente, los cinco integrantes más representativos de la tradición: M. Dobb, R. Hilton, C. Hill, E. Hobsbawm y E.P. Thompson, respectivamente. Finalmente en el capítulo 7 Kaye desarrolla lo que considera es la aportación colectiva de la escuela a la historiografía y a la teoría social.

Por tanto, sin descartar el tratamiento de las importantes aportaciones individuales, Kaye va a proponer que los historiadores marxistas británicos representan "en su conjunto -en el sentido más estricto- una tradición teórica"; lo cual se convierte en la hipótesis fundamental de la obra y, desde luego, en la más polémica. De hecho el autor está especialmente interesado en defender una línea de continuidad teórica e historiográfica entre los diversos integrantes de la tradición, frente a aquellos que suponen una ruptura entre Dobb (economicismo) y Thompson (culturalismo). En defensa de esta hipótesis Kaye propone dos tipos de argumentos: por un lado aquellas preocupaciones que han compartido a lo largo de sus investigaciones, por otro la aportación colectiva a la historiografía y a la teoría social. Entre los primeros se destaca el hecho de que los historiadores marxistas británicos hayan sido partícipes de una problemática teórica común en el ámbito del marxismo, a saber, superar la estricta noción económica de clase y trascender los problemas planteados por la metáfora base/superestructura. Por otro lado, también habrían compartido una problemática histórica común. Desde diferentes ámbitos y cronologías, en sus estudios históricos subyace el tema de los orígenes, desarrollo y expansión del capitalismo, abordado no sólo en su vertiente económica, sino concebido como un profundo cambio social en su sentido más amplio. Por lo que respecta a la aportación colectiva de la tradición, y como ya señalábamos, esta es tratada en el capítulo 7, por lo que nos referiremos a ella posteriormente.

El capítulo 2 está dedicado a la figura de Maurice Dobb, el más veterano de los integrantes de la escuela y por tanto primera referencia de la misma. En concreto Kaye se centra en la obra Studies in the Development of Capitalism[1], revalorizando su fuerza innovadora al colocarla en el contexto en el que fue escrita. Se destaca así su vocación interdisciplinar, el intento de comprobar y ampliar el análisis propuesto por Marx en relación a los orígenes y al desarrollo del capitalismo, así como el de analizar dicha transición mediante el estudio de la lucha de clases, ampliando la perspectiva económica a una político-económica de mayor cobertura. La visión de Dobb dio origen durante varias décadas a interesantes debates sobre la transición del feudalismo al capitalismo, siendo recogidas en este capítulo algunas de las aportaciones más destacadas. Por tanto, para Kaye, nos encontraríamos no sólo ante el pionero teórico de la escuela, sino que, dada la temática de Studies, nos encontraríamos también ante el pionero "histórico".

El capítulo 3 aborda la obra del medievalista Rodney Hilton. Kaye destaca su contribución en la reconceptualización del feudalismo como sistema dinámico determinado por la lucha de clases. Hilton consideraría que el "móvil principal" del cambio social del medioevo fue la lucha de clases entre señores y campesinos, con lo que inevitablemente se enfrenta al "mito del campesino pasivo". Dentro de este análisis se hace necesario reconsiderar el papel del campesinado como clase, otorgándole la capacidad de acción política, es decir, concibiéndolo como agente histórico en procesos determinantes de la Inglaterra medieval.

El capítulo 4 está dedicado a la figura de Cristopher Hill y sus estudios sobre la Inglaterra del XVII, en concreto sobre la Revolución inglesa. Para Kaye, la aportación histórica más importante de Hill es haber concebido la Revolución como una revolución social en sentido amplio, antes que político/institucional. Hill considera que se trata de una revolución burguesa que impulsaría fuertemente el desarrollo del capitalismo, a la vez que pretende rescatar la existencia de una "revolución democrática", frustrada, dentro del propio proceso. De esta manera lo que Hill desarrolla es una interpretación social de la revolución inglesa basada en un análisis de la lucha de clases, una interpretación que "no se limita a ser política, económica o religiosa, sino más bien integrante de todos estos aspectos".

En el capítulo 5 se examina la obra de Eric Hobsbawm, especialmente sus aportaciones al estudio de la clase obrera, el campesinado y la historia mundial. Respecto a las primeras se destaca el haber conseguido desplazar el foco de atención del estudio institucional al de la experiencia obrera en su totalidad. Por otro lado, para Kaye, Hobsbawm es el gran especialista de "los rebeldes primitivos", contribuyendo a la reconceptualización de lo político más allá de como tradicionalmente se había entendido. Finalmente, con respecto a la historia mundial se señala como gran logro el haber ampliado y desarrollado los argumentos de Dobb sobre la transición al capitalismo. En una obra tan heterogénea y prolífica, Kaye pretende encontrar el elemento que unifica la labor de Hobsbawm y lo encuentra en su preocupación por concebir el desarrollo del capitalismo en su totalidad, considerando el análisis de la lucha de clases como núcleo del proceso histórico.

El capítulo 6 aborda la figura de E.P. Thompson, posiblemente el más polémico de los integrantes de la tradición. De hecho frente a los estudios que tienden a tratar aisladamente la obra de Thompson, Kaye está interesado en demostrar que sus escritos deben ser considerados en términos de la tradición marxista británica. Para Kaye no hay duda de que sus aportaciones empíricas y teóricas en relación a la formación y la conciencia de clase, siempre han sido escritas bajo la teoría de la determinación de clases. Bajo este enfoque se hace un recorrido por los estudios históricos de Thompson, centrados en el siglo XVIII y XIX, así como por sus polémicos escritos sobre historiografía y teoría social, en los que, según Kaye, se presenta de la forma más explícita la teoría de la determinación de clases.

Finalmente en el capítulo 7 y a modo de conclusión, se examina la contribución colectiva de los historiadores marxistas británicos. A parte de compartir preocupaciones teóricas e históricas, Kaye defiende que los historiadores marxistas británicos han desarrollado una aproximación común al debate teórico, desde la perspectiva que denomina "análisis de la lucha de clases". Tres son los aspectos que Kaye destaca al respecto. En primer lugar se considera que los marxistas británicos han ampliado el concepto de clase, desplazando el estudio desde al análisis de clases hasta el análisis de la lucha de clases. La huida de todo planteamiento sustancialista y ahistórico lleva a los marxistas británicos a concebir las clases como relaciones y procesos históricos. Esto supone dar prioridad analítica e histórica al concepto de "lucha de clases" frente al de clase social. Las clases no existen per se, se buscan y pasan a luchar entre sí, sino que es a partir del proceso de lucha y bajo circunstancias históricas específicas, como la clase -en sentido pleno, con conciencia de clase- ha surgido, o más bien, se ha hecho. En segundo lugar la ampliación supone distanciar el enfoque de la lucha de clases del determinismo económico superando el modelo base/superestructura, lo que, a juicio de Kaye y gracias al concepto de "experiencia", no implica romper con el postulado marxista de que "el ser social determina la conciencia social". Finalmente y como consecuencia de lo anterior, la categoría de modo de producción es redefinida e historizada, de manera que las relaciones sociales de producción son concebidas "simultáneamente como económicas, políticas, culturales y morales". Intimamente relacionada con este tipo de análisis, Kaye destaca las importantes contribuciones realizadas al desarrollo del análisis histórico denominado "historia de abajo a arriba". A diferencia de otro tipo de aproximaciones a dicha problemática -como la realizada por Annales, la teoría de la modernización o la denominada radical-populista- los marxistas británicos estarían especialmente interesados en la relación histórica entre "los de arriba y los de abajo", en otras palabras, el conflicto; a la vez que buscarían dilucidar la experiencia de las clases populares como agente histórico, antes que como víctimas pasivas de la historia. Finalmente Kaye no deja pasar por alto la contribución de esta tradición a la cultura política británica contemporánea, destacando que por medio de sus escritos han participado en la formación de "una conciencia histórica socialista y democrática".

NOTAS

[1] Cf. Dobb, M., Studies in the Development of Capitalism, New York, International Publishers, 1947.

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