Blog de historia social desarrollado por el Dr. Juan José Marín con el fin de establecer un espacio de diálogo y trabajo colectivo
sábado, noviembre 18, 2006
El presente trabajo trata sobre la cultura en Costa Rica en el siglo XX
El presente trabajo trata sobre la cultura en Costa Rica en el siglo XX: "TENDENCIAS DE LA DINÁMICA CULTURAL EN COSTA RICA EN EL SIGLO XX
Rafael Cuevas Molina*
RESUMEN
El trabajo tiene por objetivo comprender la cultura costarricense durante el siglo XX, entendiendo por cultura el sistema relativamente coherente de ideas, valores, actitudes, modos de vida y expresiones artísticas que se desarrollan en un grupo social. Asimismo se parte de que la cultura es el fundamento de la identidad de los costarricenses, es decir, su modo específico de ser y estar en el mundo. Una identidad en permanente construcción, que se va modificando de acuerdo a las condiciones históricas prevalecientes. El autor nos presenta las diferentes culturas e identidades asociadas a factores étnicos de género, regionales, etareos, ocupacionales, sin olvidar que existe una cultura hegemónica aceptada como la cultura de todos.
Precisiones iniciales
El presente trabajo trata sobre la cultura en Costa Rica en el siglo XX. Siendo éste un concepto que es entendido de formas muy diversas, iniciaremos nuestras reflexiones definiéndolo. Entenderemos, pues, por cultura el sistema relativamente coherente de ideas, valores, actitudes, modos de vida y expresiones artísticas que se desarrollan en un grupo social y que presenta cierta estabilidad[1].
Hecha la anterior precisión, haremos una segunda: la cultura es el fundamento de la identidad. En este caso, dado el hecho que nos referiremos a Costa Rica, al hablar de la cultura estaremos haciendo referencia a la identidad de los costarricenses, es decir, a su modo específico de ser y estar en el mundo.
Por otra parte, la identidad cultural está en permanente construcción"
sábado, septiembre 02, 2006
Retomar los estudios sobre los trabajadores
Retomar los estudios sobre los trabajadores: "Historiografía y Clase Obrera
Retomar los estudios sobre los trabajadores
Por Santiago y Oscar
abril de 2004.
El resultado de los procesos de luchas sociales de las décadas del ’60 y ’70 y los ataques a las conquistas históricas de los trabajadores durante la democracia burguesa dejaron huellas en las condiciones actuales de la clase obrera. Las circunstancias políticas y sociales influyen en el tipo de historia que se escribe sobre ella. Antes de presentarla, haremos un breve repaso por otras formas de hacer historia sobre los trabajadores en distintos momentos históricos.
La historiografia sobre los trabajadores en Argentina comenzó con los llamados 'historiadores militantes'. Éstos fueron, efectivamente, militantes obreros. Sus trabajos comienzan a producirse después de 1930 y no llegan a los ámbitos académicos sino hasta los ’60. La “historia militante' si bien centró su mirada en las organizaciones sindicales y los partidos políticos pretendiendo justificar las acciones del que formaron parte, tienen el mérito de tomar las luchas de los trabajadores y relacionarla con los aspectos económicos y políticos. La llegada de sus trabajos al ámbito universitario coincide con una renovación de las investigaciones en las ciencias sociales, que en el país se da a partir de 1955. En ese entonces surge la Historia Social, que intenta explicar la historia a partir de los procesos y en el marco de la totalidad social.
Dentro del mundo académico los aportes a la historia de los trabajadores provinieron desde la sociología, y por fuera de aquél, aparecieron trabajos sobre las luchas obreras siguiendo en parte los lineamientos de los 'historiadores militantes'. Esto"
domingo, agosto 27, 2006
EL RETORNO DE LA HISTORIA
EL RETORNO DE LA HISTORIA: "
EL RETORNO DE LA HISTORIA*
Carlos Barros
Universidade de Santiago de Compostela
Hay un proverbio que dice que no se puede, a la vez, decir misa y tocar la campana. A quienes estamos en la organización del congreso nos tienta la idea de dedicarnos sólo a la resolución de problemas logísticos, para así no tener que sacar de no sé dónde tiempo para nuestra contribución personal a los debates. Por otro lado, es justo y necesario que expongamos, y en primer lugar el coordinador del congreso, algunas claves de la estrategia de convocatoria de Historia a Debate II así como nuestras impresiones sobre la marcha del congreso, pasadas ya tres jornadas de exposiciones y debates, y seis meses de preparación galopante, durante los cuales pudimos constatar respuestas entusiastas -vosotros sois la prueba- y, todo hay que decirlo, “resistencias@ que dan la medida de la trascendencia de nuestro trabajo.
Añadiré pues, a riesgo de -o “con la ventaja de@, según se vea- no tener suficiente perspectiva, algunas conclusiones de este nuestro macro-encuentro de historiadores, si bien todavía quedan, para la tarde de hoy y la mañana del domingo, importantes mesas redondas y ponencias.
Voy a hablar primero de “historia inmediata@, de la evolución de acontecimientos a medio año del fin del siglo XX, para después hablar de la historia inmediata que hacemos los historiadores, o sea de “historiografía inmediata@, y terminar finalmente con algunas de nuestras propuestas cara el nuevo paradigma1, entendido como una serie de consensos sobre el ejercicio de la profesión, en cuya construcción, por activa o por pasiva, estamos ya participand"
De la Historia Local a la Historia Social
De la Historia Local a la Historia Social: "
De la historia local a la historia social.
Algunas notas metodológicas [1]
Iván Molina Jiménez
Investigador Escuela de Historia
Universidad de Costa Rica
Correo electrónico: ivanm@cariari.ucr.ac.cr
El propósito de este artículo es contextualizar brevemente los trabajos de historia local, analizar los distintos enfoques que existen al respecto y discutir algunos de los problemas básicos que enfrentan los estudiantes de historia (a nivel de Licenciatura y Maestría) al tratar de construir una historia social a partir de lo local. Sin pretender ser originales o exhaustivas, las notas siguientes están concebidas como un apoyo para la docencia (en Historia, aunque también podrían ser útiles para otras disciplinas sociales), en particular para los talleres en los cuales los estudiantes preparan sus proyectos de investigación.
*
1. De las monografías a la microhistoria
En cierto sentido, la historia local tiene sus antecedentes en las monografías históricas que estuvieron de moda principalmente durante el siglo XIX. El análisis de casos individuales, muy circunscritos geográficamente, se veía como el paso previo e indispensable para efectuar, en un futuro impreciso, la gran síntesis del conocimiento acumulado. Esta última, sin embargo, jamás se realizó, por lo que todo el esfuerzo desplegado (en su mayoría por aficionados, anticuarios y otras figuras de esta índole) deparó únicamente trabajos individuales, descriptivos y sin relación entre sí.
La renovación historiográfica acaecida en el siglo XX procuró superar esta inclinación a la monografía mediante diversos exp"
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+ Referencia del autor
Pase adelante
Los 7 pecados capitales
Tomado de http://wvw.nacion.com/dominical/2001/agosto/05/dominical1.html
Rocío Fernández
Iván Molina
Las nuevas generaciones de historiadores, sin importar adscripción ideológica, reverencian su rigurosidad intelectual. Sus adversarios lo piensan antes de medir fuerzas con su agudeza porque cuesta encontrar antídoto contra su ironía. Famoso e infame: dos caras de un rostro tímido y risueño, de un personaje algo excéntrico que vive para comprender e interpretar la historia.
Empezó como historiador económico pero con los años desembocó en la historia cultural y la historia política.
Sus análisis giran alrededor de los conflictos que se derivan de los procesos de diferenciación social y cultural, tejido de tensiones que él suele cruzar con la dinámica política. ¿Sus cualidades? Obstinadamente exhaustivo, responde. Busco todas las posibilidades y reelaboro mucho mis trabajos. Siempre me expongo a la crítica de colegas de otras universidades.
A Iván Molina Jiménez le encanta su trabajo académico, investigar, publicar y reseñar estudios de otros.
No es proclive a la exposición pública, pero le gusta definirse como un crítico sistemático de la producción histórica. Obtuvo una maestría en historia en la Universidad de Costa Rica y es autor y coautor de unos 20 libros.
Discípulo directo de "los afrancesados" –generación de graduados en Francia que renovó la disciplina sin ningún prejuicio ante la academia norteamericana–, suele viajar a esa democracia liberal a realizar investigaciones; sus últimos estudios sobre Costa Rica los ha hecho desde la Biblioteca del Congreso, en Washington. Ninguna novedad para quien desde finales de los 80 ha buscado en Inglaterra y Alemania las fuentes para sus estudios comparativos.
Descrito como un enfant terrible de la disciplina por su afición a la crítica y el análisis meticuloso (lo rutinario en cualquier profesional), ha sido acusado de decir a la élite académica lo que no quiere oír. ¿Le gusta polemizar? Sí. ¿Es irónico? También. Pero la gente termina personalizando la discusión.
Nadie mejor que él para averiguar: ¿cuáles son los 7 pecados capitales de los costarricenses? Iván Molina engancha con la picardía, aunque esta no le gane el favor del mundo académico. A continuación, sus respuestas:
Orgullo: El de una institución pública que, cuando llegó a Costa Rica el turista un millón, expresó: "Un país que atrae un millón de turistas tiene que ser un país maravilloso."
Avaricia: La de quienes procuraron eliminar los subsidios a los pequeños y medianos productores, recortar el gasto social, bajar los salarios reales, elevar las tarifas de los servicios públicos y aumentar los impuestos indirectos, mientras favorecían a las grandes empresas con exenciones de todo tipo, CAT y otros "estímulos" de esta índole.
Lujuria: La que está presente en los dibujos genitalmente explícitos que el enfant terrible del siglo XIX, José María Figueroa, hizo y distribuyó en el Cartago de 1843, los cuales le valieron ser llevado a juicio por "obsceno y vago".
Envidia: La que experimentan ciertos empresarios y políticos costarricenses cuando, al comparar las condiciones sociolaborales de Costa Rica con las de El Salvador y Guatemala, descubren lo adelantados que, en tal materia y según la ideología neoliberal, siempre han estado estos dos últimos países.
Gula: La que era incitada por Gustavo Meinecke, un comerciante asentado en el San José de 1858, quien ofrecía a sus consumidores acaudalados "jamón de Westfalia, carnes, patés, legumbres, quesos de Holanda y Lymbury frescos, pescados secos y en aceite, frutas en almíbar y coñac, aceitunas, encurtidos, mostaza, salsas y otras".
Ira: La que cotidianamente se transforma en violencia doméstica.
Pereza: La que caracterizaba a ciertos empleados públicos de principios del siglo XX, quienes, de acuerdo con una crónica del académico y futuro diplomático estadounidense D. G. Munro, "gastaban su tiempo fumando cigarrillos, escupiendo sobre el piso y hablando entre sí mismos en voz alta".
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historia cultural,
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CULTURA LOCAL E HISTORIA SOCIAL - Inicio
CULTURA LOCAL E HISTORIA SOCIAL - Inicio: "HISTORIA SOCIAL y CULTURA LOCAL
Ramón Rivera Espinosa [1]
“Pero si la cultura es lo que permite al individuo pensar su experiencia, a través de lo cual el individuo formula su vivencia, su trabajo, los problemas cotidianos, así como los episodios mayores de la existencia; el amor o la muerte, el historiador no sabría descifrar esa cultura sin conocer esa vivencia”[2]
Justificación
Este trabajo intenta ser una reflexión sobre la importancia de los estudios culturales en la comprensión de los procesos sociales y económicos que poseen las comunidades en general. Sí bien la sociología rural[3] y las disciplinas agrarias se orientan al mundo del campo, en este existen condiciones y situaciones de cambio que pueden ser analizados a partir del terreno de los estudios culturales.
Generalmente se abordan estudios que involucran aspectos sociales y económicos, dejándose de lado aquellos elementos que se refieren a las manifestaciones culturales, sus determinaciones y como se expresan estas variables culturales ante el cambio social. En el caso del área cercana a la Zona Metropolitana y el proceso de conurbación de la periferia de la ciudad de México son referentes obligados de explicación, la resistencia política y cultural de las comunidades que aunque van tendiendo poco a poco una perdida gradual de sus tradiciones, se mantienen diversos elementos de la costumbre que posibilitan la identidad comunitaria, condiciones que hay que valorizar, con la finalidad de explicar los porqués de la cohesión social en términos de la identidad local.
En la coyuntura presente, constituida por"
lunes, julio 03, 2006
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