Fragmento tomado de NOTAS para una HISTORIOGRAFÍA MARXISTA
Europa y Estados Unidos, 1950-2000  http://www.unsa.edu.ar/histocat/historiahoy/cart-abrahan.htm 
Carlos Fernando Abrahan 
"ahora es cuando"
(Consigna política de las masas bolivianas en Octubre de 2003)
El  comercio de la historia tiene en común con el comercio de los  detergentes que fácilmente se hace pasar por una innovación. Pero se  diferencia en que, en el de la historia, las marcas están muy mal  protegidas. Cualquiera puede llamarse historiador. Cualquiera puede  añadir "marxista".
Cualquiera puede calificar de "marxista" cualquier cosa" 
(Pierre Vilar, historiador marxista, 1974)
"Podemos  decir con certeza que en nuestro tiempo es imposible no sólo ser un  militante revolucionario sino aun un observador versado en política, sin  asimilar la interpretación materialista de la historia" 
(León Trotsky, revolucionario, 1938)
"La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases"
(Carlos Marx y Federico Engels, revolucionarios, 1848)
Antes de la segunda Guerra  Mundial, en el escenario de los últimos años de las políticas económicas  del New Deal norteamericano (Nuevo Trato) de intervención del Estado en  la economía, aplicadas en las presidencias de Roosevelt (1933-1945);  publicará su obra el economista socialista norteamericano Paul Sweezy.
En discusiones con marxistas de  todas las tendencias en Gran Bretaña y sobre la base de las notas de un  curso de economía socialista en Estados Unidos, esta primera obra, "Teoría del desarrollo capitalista"  (1941), resumió la historia de los debates marxistas sobre las leyes  dinámicas del capitalismo, además de tratar temas, referentes al Estado,  los monopolios capitalistas y el fascismo.
Sin embargo, la influencia de  los principios del New Deal, era visible en esta controvertida obra,  donde admitía la posibilidad de que las crisis (inevitables en el modo  de producción capitalista) pueda ser controladas por medio de la  intervención del Estado en la economía. Este era, uno de los principios  de las políticas Keynesianas, importantes en el New Deal. Con esta  opinión, la crisis económicas controladas (por el Estado), la  estabilidad del capitalismo en su fase imperialista estaba asegurada. 
Finalizada, la segunda guerra y  con el enfrentamiento entre Estados Unidos y la U.R.S.S., las  condiciones de trabajo para militantes e intelectuales socialistas y  marxistas (incluso para los radicales) fue extremadamente asfixiante.  Durante la década del 50’, se organizó la comisión estatal encabezada  por el Senador Mc Carthy, que estuvo encargada de "depurar" la  administración pública, la educación, ejército y otros ámbitos sociales  de hombres y mujeres de militancia o simpatías comunistas. Fue un  escenario de terror y aislamiento.
Paul Sweezy junto a Leo Huberman y Otto Nathan deciden crear la Monthy Review y la editorial Monthy Review Press.  Las publicaciones dieron lugar en sus páginas a trabajos de  investigadores críticos, socialistas y marxistas, que generalmente eran  rechazados por editores de otras revistas que no querían comprometerse  ante el acecho de la comisión macartista. En esos años, un grupo de ex  trotskistas, entre ellos Harry Braverman, iniciaron la publicación de la  revista American Socialist. Posteriormente, en los 60’, Braverman se convertiría en responsable de Monthy Review Press.
Entre  mediados de los sesenta y principios de los setenta, con los procesos  históricos abiertos por las movilizaciones de masas, los movimientos por  los derechos civiles, la crisis causada por la Guerra de Vietnam  (1967-1973) y las radicalizadas protestas estudiantiles en las  universidades (violentamente reprimidas) modificaron la situación de  "consenso" que había distinguido a los Estados Unidos de posguerra. El  ascenso de las luchas de clases (Mayo francés, Cordobazo, etc.) y las  crisis de la economía capitalista mundial sacudían el panorama de  "estabilidad" del capitalismo. 
En la década de 1960, el trabajo de Monthy Review, encabezado por Sweezy, fue  importante en el movimiento anti-belicista, antiimperialista y en las  nuevas generaciones de socialistas y marxistas, sobre todo en los campos  universitarios. Trabajos sobre el tercer mundo (Revolución cubana),  China, Vietnam y las economías capitalistas avanzadas nutrieron las  páginas de la revista y el programa político de la "nueva izquierda" en  Estados Unidos. 
Luego, Swwezy y Paul. A. Baran publican "El capital Monopolista"  (1966) obra de gran impacto y debate en las juventudes universitarias.  En el libro había, además una continuación de temas tratados en 1941,  pero sobre todo era un ataque, desde una posición radical, a la  enseñanza tradicional de la economía y el papel de expoliación e  irracionalidad de los monopolios en los beneficios capitalistas del  imperialismo de Estados Unidos, que se encaminaban hacia un  estancamiento, que producía miseria, guerras y racismo. 
Para Perry Anderson en dicha obra "... renunciaron en gran medida al marco ortodoxo de las categorías económicas marxistas",  sin embargo, el propio Anderson sostiene que en las obras posteriores  de Sweezy el análisis se corresponde a un marxismo "ortodoxo". 
En 1969, con la muerte de Leo  Huberman, se incorpora a la revista como co-editor Harry Magdoff, que  publicaría un año más tarde "Age of Imperialism"(1969), libro de análisis meticuloso de las relaciones del capitalismo imperialista, sobre todo en los Estados Unidos. 
Magdoff militante radical en los  años 50’, fue perseguido por el macartismo y el F.B.I., más tarde  organizaría un grupo socialista, y se relacionaría con Swwezy, Braverman  y otros grupos independientes, socialistas y comunistas que coordinaron  una acción común organizativa, que duró poco tiempo. 
En los 50’ y 60’, fue  organizador y colaborador de múltiples actividades de discusión,  enseñanza, investigación y organización en las universidades y los  sindicatos. En los 70’ y 80’, siguió escribiendo desde una mirada  marxista sobre temas como el imperialismo y la crisis económica en  Estados Unidos, exponiendo en muchos lugares de Europa Occidental, Asia,  Cercano Oriente y América Latina.
Sweezy continuo, junto al  trabajo en la revista y la editorial, con sus actividades de enseñanza,  intentando ingresar a la universidad, sin lograrlo, con una perspectiva  marxista a fines de los 70’. 
Por su parte Braverman publica "Labour and Monopoly Capital" (1974), obra influyente y de gran difusión que se inicia "...  con una definición de trabajo que sintetiza y esquematiza adecuadamente  su significado moderno y cuya dimensión natural y antropológica no  implica una visión ahistorica o esencialista. Se parte en esta  concepción de la evidencia natural de la que partió el propio Marx: todo  ser vivo para sobrevivir depende de un intercambio determinado con la  naturaleza de la cual el mismo proviene". 
En el campo especifico de la  historia, la "nueva izquierda", que básicamente es un movimiento  socialista (no marxista) antiimperialista, sobre todo, de jóvenes  universitarios, inspiró toda una serie de trabajos que se oponían a la  versión tradicional de "consenso norteamericano" en la historiográfica  estadounidense. Un papel importante tuvo el trabajo de los 50’ y 60’ de  William Appleman Williams sobre la diplomacia y las relaciones mundiales  de Estados Unidos. La obra de Williams, tuvo repercusiones luego en  historiadores progresistas como Kolko, Horowitz, Goldberg, que "...  destacan el contenido real del imperialismo norteamericano, el racismo,  el carácter ficticio de la democracia. Recuerdan la importancia de los  antagonismos de clases y los conflictos sociales a lo largo de toda la  historia norteamericana".
Un sociólogo norteamericano de orientación histórica que ganó fama mundial con sus obras sobre "El moderno sistema mundial" (1974) a partir de los años 70’ fue Immanuel Wallerstein (n. 1930).
Wallerstein, director del centro  "Fernand Braudel" para el estudio de la Economía, los Sistemas  Históricos y las Civilizaciones, es profesor de sociología desde 1976 en  la universidad del Estado de Nueva York en Binghamton; y a continuado  sus estudios sobre el concepto de "sistema mundial" en nuevos trabajos  de 1980 y 1989.
La labor de Wallerstein, refleja  las influencias del historiador de Annales Fernand Braudel (1902-1985)-  fue uno de sus discípulos más cercanos-, y de algunos términos  económicos de origen marxista; "si bien no son obras de investigación típica marxista, se encuentran entre las más influyentes de la sociología contemporánea".
Una de las criticas que los  marxistas realizan a los trabajos de Wallerstein, es que no subraya las  relaciones de lucha de las clases sociales (y su lucha política), y sí,  pone énfasis en un esquema internacional estructurado entre naciones  "centrales", "semiperifericas" y "periféricas", que se explotan entre  sí, en la esfera de la economía.
Otra crítica, esta en relación, a  que Wallerstein en sus libros del "sistema mundial" parte de  construcciones teóricas que pretenden, no sin esfuerzo, asimilarse y  sustentarse en evidencias de investigaciones históricas concretas  existentes. 
Hacia mediados de los setenta y  en los ochenta se ha fortalecido la historiografía socialista y marxista  en Estados Unidos, cambiando la tendencia, al parecer, de los estudios  de economía a los estudios de historia social (es bueno aclarar que el  marxismo las entiende como inseparables y en totalidad). 
Esta historiografía se ha  ocupado de temas de la historia de Norteamérica (trabajadores,  esclavitud, rebeliones esclavas, etc.) pero también, ha desarrollado  cuestiones históricas de otros países (Republica de Weimar en la  Alemania de entreguerra) y han fundado e intervenido en debates de  trascendencia internacional (debate Brenner). Algunos de ellos, no  siempre dentro del análisis marxista, son Eugene Genovese, Robert  Brenner, Eric Forner, David Montgomery y David Abraham. 
Se debe tener en cuenta también,  la historia del pueblo de Estados Unidos de Howard Zinn, como una  tentativa de historia "desde abajo", y, por otro lado, la aproximación y  las influencias de las propuestas de E. P. Thompson (y los  historiadores socialistas de Gran Bretaña) por parte de los  historiadores estadounidenses que escriben en la Radical history Review. 
Los debates y trabajos desde un  análisis y tradición marxista tienen importancia en un sector de los  estudiantes (y profesores) en las universidades, sin embargo, se ha  producido una "caída" importante, durante década "neoconservadora" del  presidente estadounidense Ronald Reagan (1980-1989), en la actividad  política de los grupos socialistas.

 
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