Hace 30 años iniciamos una travesía en el mundo de
historiografía costarricense y centroamericana. Precisamente, en agosto de 1985, en la UNA
el profesor Gil, en una charla nos
indicaba como el historiador debía roturar
su campo de trabajo. En ese segundo
semestre, observaba como José Daniel Gil ponía en práctica en la Aurora de
Heredia la historia de y desde abajo, escuchando a la gente relatar su propia
historia.
Hoy que me despido de mundo académico por motivo de enfermedad
me queda agradecer a los profesores Ronny Viales y David Díaz la oportunidad de
despedirme agradeciéndoles a todos los que en estos 30 años han permitido llevar
a cabo esa historia desde abajo y crear un proyecto historiográfico con un
sentido de utilidad social. Y que
más oportuno que este Seminario "Evolución histórica de la justicia
laboral en Costa Rica: nuevas interpretaciones sobre el control social y los
derechos laborales, siglos XIX - XXI", el cual pretende convertirse en un
proyecto historiográfico y no un simple consumidor de teorías.
Pocas veces el mundo universitario le permite a uno agradecer a las personas que lo han rodeado
y que han permitido construir agendas de trabajo colectivas que tuviesen un
alcance no solo nacional, sino también centroamericano y latinoamericano.
Gracias a esos grandes historiadores creadores de proyectos
historiográficos que le dieron cabida a uno en sus esfuerzos por crear una
historiografía centroamericana interpretativa, analítica y comprometida con la
realidad social inmediata que nos rodea.
Héctor Pérez, Mario Samper, Ronny Viales, Carlos Hernández y José Daniel
Gil, entre otros. Tal vez, cada uno de ello, como José
Daniel Gil, no recuerda el momento preciso en que me incorpore a sus proyectos historiográficos,
pero tengan por seguro que sus enseñanzas de una historia interpretativa no cayeron
en saco vacío sino que formo parte de cada una de las actividades que creamos
en estos últimos años.
Gracias a esos ensayistas de la historia, que en sus exposiciones
dejaban un sinnúmero de inquietudes que debían ser ahondadas y analizadas. Sin duda, Víctor Hugo Acuña, Rodrigo Quesada, Guillermo
Carvajal e Iván Molina han dejado una impronta de inquietudes que invitan y
estimulan la creación de agendas de investigación.
Gracias a esos investigadores que se tomaron la molestia de
alfabetizarme en sus áreas sin duda, no hay como pagarles a Jorge Amador, Guillermo
Carvajal y Hubert Vargas entre otros.
Juan José Marín |
Gracias a la decenas de estudiantes y colegas que me han envidado mensajes de aliento y que me han indicado como el suscrito impacto en sus carreras profesionales. Por motivos de la misma enfermedad no he podido responder individualmente, sirva este momento para indicarles que muchas gracias por sus conceptos y por hacerme ver que el esfuerzo hecho valió la pena.
Finalmente, gracias a los que se unieron en estos años por crear tantos proyectos que han ganado prestigio internacional como Diálogos la revista electrónica; Voces e imágenes de la historia, los repositorios digitales, la investigación basada en las TICs, entre otros.