Comunicado Escuela Historia, CIHAC y Posgrado: La Democracia y la Universidad pública en Costa Rica.
Documento Comunicado Escuela Historia y CIHAC y Posgrado en formato pdf
Dr. Ronny Viales Hurtado, Director Escuela de Historia
Dr. Juan José Marín Hernández, Director CIHAC
Dr. David Díaz Arias, Director Posgrado Centroamericano en Historia
En Costa Rica, en la segunda mitad del siglo XX, se construyó un régimen de bienestar que transformó la visión del país, que fue pensado y ejecutado por una diversidad de actores sociales, que llegaron a acuerdos relevantes. Entre esos acuerdos podemos ubicar la creación de la Universidad de Costa Rica en 1940. Durante estos 70 años de existencia, la Universidad de Costa Rica, al igual que las otras universidades públicas, además de cumplir sus funciones de docencia, y de formación de los profesionales y de las profesionales que han contribuido al desarrollo de nuestro país; de investigación y de acción social, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la institucionalidad democrática que se consolidó después de los acontecimientos bélicos acaecidos en 1948.
Uno de los elementos centrales que se han perdido de vista en varias de las manifestaciones públicas con respecto a la negociación del FEES, es el papel fundamental de la Universidad de Costa Rica en la democratización del país. La Universidad de Costa Rica ha contribuido a la consolidación de la democracia costarricense, por medio de la generación de pensamiento crítico, de alternativas de desarrollo científico, tecnológico y económico; de la consolidación de una cultura política de tolerancia y de solidaridad; del fomento de las artes y de las letras y de la equidad en el sistema de salud, que han transformado nuestra identidad nacional.
En este contexto, la lucha por un presupuesto justo es también la lucha por el mantenimiento de un orden democrático y solidario, que genera diferentes posibilidades de movilidad social ascendente y que garantiza que la justicia social no se verá amenazada por un pensamiento único que trata de justificar un nuevo orden social por medio del desmantelamiento del bienestar existente, con argumentos mercantilistas que ya han sido superados en varios países de América Latina.
Desde la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica, fundada en la década de 1940, hemos contribuido con la sociedad costarricense de diversas maneras, mediante el trabajo en la formación de profesionales en los campos de la Historia, de la Archivística y de los docentes especializados en la Enseñanza de los Estudios Sociales y de la Educación Cívica. Los profesionales formados en esta Escuela, han obtenido el reconocimiento internacional y los docentes y las docentes, han recibido, en su gran mayoría, el apoyo institucional para obtener sus posgrados en las universidades costarricenses y en universidades internacionales de calidad reconocida. La Acción Social de la Escuela de Historia, se lleva a cabo por medio de dos trabajos comunales universitarios y de dos programas de extensión docente, así como de varios proyectos particulares, que rescatan la historia local, regional y nacional costarricense y que garantizan la actualización permanente de nuestros graduados y de los graduados de otras universidades del país.
La plataforma virtual Methexis, ha permitido llevar los conocimientos producidos a todo el país, bajo una filosofía de acceso abierto, como lo demuestra la existencia de una revista académica digital llamada Diálogos, que se ha publicado por más de una década, por lo que se ha convertido en una publicación pionera. Las plataformas docentes de la Escuela de Historia han coadyuvado al logro de este fin. Esta trayectoria nos ha permitido contar con tres Bachilleratos universitarios, tres Licenciaturas, tres Maestrías y un Doctorado, que han recibido la acreditación regional centroamericana. La Maestría en Estudios Contemporáneos de América Latina, de reciente creación, permitirá a los alumnos y a las alumnas, bajo la coordinación del Sistema de Estudios de Posgrado de la Universidad de Costa Rica, tener la opción de obtener su título europeo, en convenio con la Universidad Complutense de Madrid.
Hoy que se acentúa la privatización en la elaboración de libros, de programas y de capacitaciones dentro del Ministerio de Educación Pública, es notable el trabajo prospectivo realizado en los productos creados desde la Escuela de Historia, el CIHAC y el Posgrado Centroamericano en Historia. Estas unidades académicas han brindado propuestas alternativas que fomentan la discusión, la colaboración y un esfuerzo honesto y comprometido con la relación investigación – docencia, donde el más reciente esfuerzo es “cívica en red” (http://www.civicaenred.com/) y el conjunto de textos que llevaran la licencia creative commons (de libre reimpresión sin fines comerciales) de varios libros para la enseñanza de la Cívica.
El otro elemento central de este proceso es la investigación. Ya varios colegas de otras áreas del conocimiento se han referido al papel vital que juega la Universidad de Costa Rica en la producción de conocimiento en Costa Rica en particular y en Centroamérica en general. Pero conviene al respecto plantear la relación entre la investigación y la educación que reciben los estudiantes en la Universidad de Costa Rica. Así, esa relación es un elemento a resaltar como primordial, pues permite a educandos tener como profesores a los más prestigiosos científicos nacionales en todas las áreas en que investiga la Universidad: ciencias sociales, ciencias, artes, literatura y salud. Así, los estudiantes tienen en sus clases la posibilidad de recibir un conocimiento actualizado, de primer nivel y de primera mano, es decir, de la mano de los investigadores que producen ese conocimiento.
Durante sus 35 años de existencia, el CIHAC ha desarrollado una intensa labor de análisis de la realidad costarricense y centroamericana, la cual se refleja en las colecciones Historia de Costa Rica, Istmo y Nueva Historia; una revista coeditada con la Universidad Nacional y plataformas de investigación colaborativas con decenas de documentos, archivos y bases de datos. La producción ha sumado casi cuatrocientas publicaciones, sin contar varios centenares de artículos, reseñas y recopilaciones documentales editadas en revistas nacionales e internacionales. Para efectos de facilitar la investigación, recientemente se han rescatado archivos fotográficos, bases de datos y documentos de los que dan fe los repositorios de libre acceso on line. Todo ello ha pretendido potenciar a la historia como una variable de análisis y como un insumo para concientizar de las necesidades de llevar el arte, las ciencias y la cultura a todos los costarricenses, contribuyendo a una memoria colectiva creada por todos los que a lo largo de nuestra historia han contribuido a construir nuestro país.
La Universidad de Costa Rica y las universidades públicas pertenecientes al Consejo Nacional de Rectores, han sido pieza clave en la movilización social de la clase media y de los sectores populares costarricenses. Sin el sistema de educación pública superior que representan las universidades públicas, una buena parte de las clases profesionales costarricenses nunca hubiesen tenido la oportunidad de obtener un título universitario. De hecho, gracias a ese sistema que permite que estudiantes de escasos recursos tengan la mejor educación superior de Centroamérica, varios de esos estudiantes tienen más de un título universitario porque han podido no sólo acceder al bachillerato universitario sino también a un posgrado (maestría o incluso doctorado). Y ese aspecto es tan importante que ha sido determinante en buena medida de la paz social y de la cultura democrática de la que se gloria el gobierno costarricense. En este momento de negociación del FEES, la Universidad de Costa Rica puede decir que una buena parte de la histórica movilidad social del país (al menos en los últimos setenta años) ha sido una de las principales formas en que le ha devuelto a la sociedad costarricense la inversión que ha hecho en ella.
Ya ha sido ampliamente demostrado que existe una trayectoria histórica de dependencia que ayuda a explicar nuestra situación actual, por lo que la sociedad costarricense no puede darse el lujo de perder su memoria histórica, mucho menos cuando los argumentos en contra de la formación profesional y de la investigación en estos campos se reducen a criterios centrados en la eficiencia del mercado, planteamiento que ha fracasado en varios países. El reto de la Escuela de Historia, del Centro de Investigaciones Históricas de América Central y del Posgrado Centroamericano en Historia, es el de consolidar el trabajo interdisciplinario con miras a colaborar con la búsqueda de propuestas que nos lleven a la cohesión social, en este contexto de desigualdad que ha consolidado el modelo neoliberal en nuestro país.
Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, 17 de agosto de 2010.
Dr. Ronny Viales Hurtado, Director Escuela de Historia
Dr. Juan José Marín Hernández, Director CIHAC
Dr. David Díaz Arias, Director Posgrado Centroamericano en Historia
En Costa Rica, en la segunda mitad del siglo XX, se construyó un régimen de bienestar que transformó la visión del país, que fue pensado y ejecutado por una diversidad de actores sociales, que llegaron a acuerdos relevantes. Entre esos acuerdos podemos ubicar la creación de la Universidad de Costa Rica en 1940. Durante estos 70 años de existencia, la Universidad de Costa Rica, al igual que las otras universidades públicas, además de cumplir sus funciones de docencia, y de formación de los profesionales y de las profesionales que han contribuido al desarrollo de nuestro país; de investigación y de acción social, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la institucionalidad democrática que se consolidó después de los acontecimientos bélicos acaecidos en 1948.
Uno de los elementos centrales que se han perdido de vista en varias de las manifestaciones públicas con respecto a la negociación del FEES, es el papel fundamental de la Universidad de Costa Rica en la democratización del país. La Universidad de Costa Rica ha contribuido a la consolidación de la democracia costarricense, por medio de la generación de pensamiento crítico, de alternativas de desarrollo científico, tecnológico y económico; de la consolidación de una cultura política de tolerancia y de solidaridad; del fomento de las artes y de las letras y de la equidad en el sistema de salud, que han transformado nuestra identidad nacional.
En este contexto, la lucha por un presupuesto justo es también la lucha por el mantenimiento de un orden democrático y solidario, que genera diferentes posibilidades de movilidad social ascendente y que garantiza que la justicia social no se verá amenazada por un pensamiento único que trata de justificar un nuevo orden social por medio del desmantelamiento del bienestar existente, con argumentos mercantilistas que ya han sido superados en varios países de América Latina.
Desde la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica, fundada en la década de 1940, hemos contribuido con la sociedad costarricense de diversas maneras, mediante el trabajo en la formación de profesionales en los campos de la Historia, de la Archivística y de los docentes especializados en la Enseñanza de los Estudios Sociales y de la Educación Cívica. Los profesionales formados en esta Escuela, han obtenido el reconocimiento internacional y los docentes y las docentes, han recibido, en su gran mayoría, el apoyo institucional para obtener sus posgrados en las universidades costarricenses y en universidades internacionales de calidad reconocida. La Acción Social de la Escuela de Historia, se lleva a cabo por medio de dos trabajos comunales universitarios y de dos programas de extensión docente, así como de varios proyectos particulares, que rescatan la historia local, regional y nacional costarricense y que garantizan la actualización permanente de nuestros graduados y de los graduados de otras universidades del país.
La plataforma virtual Methexis, ha permitido llevar los conocimientos producidos a todo el país, bajo una filosofía de acceso abierto, como lo demuestra la existencia de una revista académica digital llamada Diálogos, que se ha publicado por más de una década, por lo que se ha convertido en una publicación pionera. Las plataformas docentes de la Escuela de Historia han coadyuvado al logro de este fin. Esta trayectoria nos ha permitido contar con tres Bachilleratos universitarios, tres Licenciaturas, tres Maestrías y un Doctorado, que han recibido la acreditación regional centroamericana. La Maestría en Estudios Contemporáneos de América Latina, de reciente creación, permitirá a los alumnos y a las alumnas, bajo la coordinación del Sistema de Estudios de Posgrado de la Universidad de Costa Rica, tener la opción de obtener su título europeo, en convenio con la Universidad Complutense de Madrid.
Hoy que se acentúa la privatización en la elaboración de libros, de programas y de capacitaciones dentro del Ministerio de Educación Pública, es notable el trabajo prospectivo realizado en los productos creados desde la Escuela de Historia, el CIHAC y el Posgrado Centroamericano en Historia. Estas unidades académicas han brindado propuestas alternativas que fomentan la discusión, la colaboración y un esfuerzo honesto y comprometido con la relación investigación – docencia, donde el más reciente esfuerzo es “cívica en red” (http://www.civicaenred.com/) y el conjunto de textos que llevaran la licencia creative commons (de libre reimpresión sin fines comerciales) de varios libros para la enseñanza de la Cívica.
El otro elemento central de este proceso es la investigación. Ya varios colegas de otras áreas del conocimiento se han referido al papel vital que juega la Universidad de Costa Rica en la producción de conocimiento en Costa Rica en particular y en Centroamérica en general. Pero conviene al respecto plantear la relación entre la investigación y la educación que reciben los estudiantes en la Universidad de Costa Rica. Así, esa relación es un elemento a resaltar como primordial, pues permite a educandos tener como profesores a los más prestigiosos científicos nacionales en todas las áreas en que investiga la Universidad: ciencias sociales, ciencias, artes, literatura y salud. Así, los estudiantes tienen en sus clases la posibilidad de recibir un conocimiento actualizado, de primer nivel y de primera mano, es decir, de la mano de los investigadores que producen ese conocimiento.
Durante sus 35 años de existencia, el CIHAC ha desarrollado una intensa labor de análisis de la realidad costarricense y centroamericana, la cual se refleja en las colecciones Historia de Costa Rica, Istmo y Nueva Historia; una revista coeditada con la Universidad Nacional y plataformas de investigación colaborativas con decenas de documentos, archivos y bases de datos. La producción ha sumado casi cuatrocientas publicaciones, sin contar varios centenares de artículos, reseñas y recopilaciones documentales editadas en revistas nacionales e internacionales. Para efectos de facilitar la investigación, recientemente se han rescatado archivos fotográficos, bases de datos y documentos de los que dan fe los repositorios de libre acceso on line. Todo ello ha pretendido potenciar a la historia como una variable de análisis y como un insumo para concientizar de las necesidades de llevar el arte, las ciencias y la cultura a todos los costarricenses, contribuyendo a una memoria colectiva creada por todos los que a lo largo de nuestra historia han contribuido a construir nuestro país.
La Universidad de Costa Rica y las universidades públicas pertenecientes al Consejo Nacional de Rectores, han sido pieza clave en la movilización social de la clase media y de los sectores populares costarricenses. Sin el sistema de educación pública superior que representan las universidades públicas, una buena parte de las clases profesionales costarricenses nunca hubiesen tenido la oportunidad de obtener un título universitario. De hecho, gracias a ese sistema que permite que estudiantes de escasos recursos tengan la mejor educación superior de Centroamérica, varios de esos estudiantes tienen más de un título universitario porque han podido no sólo acceder al bachillerato universitario sino también a un posgrado (maestría o incluso doctorado). Y ese aspecto es tan importante que ha sido determinante en buena medida de la paz social y de la cultura democrática de la que se gloria el gobierno costarricense. En este momento de negociación del FEES, la Universidad de Costa Rica puede decir que una buena parte de la histórica movilidad social del país (al menos en los últimos setenta años) ha sido una de las principales formas en que le ha devuelto a la sociedad costarricense la inversión que ha hecho en ella.
Ya ha sido ampliamente demostrado que existe una trayectoria histórica de dependencia que ayuda a explicar nuestra situación actual, por lo que la sociedad costarricense no puede darse el lujo de perder su memoria histórica, mucho menos cuando los argumentos en contra de la formación profesional y de la investigación en estos campos se reducen a criterios centrados en la eficiencia del mercado, planteamiento que ha fracasado en varios países. El reto de la Escuela de Historia, del Centro de Investigaciones Históricas de América Central y del Posgrado Centroamericano en Historia, es el de consolidar el trabajo interdisciplinario con miras a colaborar con la búsqueda de propuestas que nos lleven a la cohesión social, en este contexto de desigualdad que ha consolidado el modelo neoliberal en nuestro país.
Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, 17 de agosto de 2010.