miércoles, junio 08, 2011

Entrevista al historiador Julián Casanova: “La Academia tiene claramente la idea de establecer un neofranquismo”




La controversia ha sido tal que muchos historiadores han puesto el grito en el cielo ante el panegírico de Franco que contiene el "Diccionario Biográfico Español" auspiciado por la Real Academia de la Historia. Uno de ellos ha sido Julián Casanova (Teruel, 1956), catedrático de Historia Contemporánea, que denuncia la falta de honradez intelectual con que se ha abordado este proyecto, para el que no han sido llamados "los mejores", dice. Lo entrevistó para El Faro de Vigo Isabel Bugalla

¿Decir que "el régimen de Franco es autoritario pero no totalitario" y que el gobierno del socialista Negrín fue "prácticamente dictatorial" supone una negación de la Historia?–Ante lo que estamos es ante una Academia que no representa la diversidad del discurso histórico y no acepta los cambios habidos en la historiografía. Es una Academia anclada en el momento en que estaba al servicio de los reyes y del poder y que no ha asumido los cambios históricos producidos en España.
–¿Es idóneo llamar a un miembro de la Fundación Franco?
–Demuestra muy poca honradez abordar la investigación histórica sin encargárselo a los que han investigado sobre Franco y dárselo a un medievalista que se sabe de antemano que hará una apología de Franco. Por otra parte, es una academia que no representa nada ni a nadie que si no fuera por este caso nadie se enteraría de lo que hace.
–Sin embargo, recibió 6,5 millones de euros del Estado para esta obra.
–Porque es una institución oficial pero la cuestión es que es una institución que no ha asimilado los cambios y que tiene muy poca sensibilidad hacia lo que significa hoy la investigación histórica actual.
–¿Ve un ánimo de reescribir la Historia?
–Hay que tener en cuenta cómo funciona esto. Luis Suárez Fernández es académico y, cuando se iba a hacer el Diccionario Biográfico y se distribuían las voces, pidió al director de la academia ´yo quiero hacer Franco´ y la hizo, porque el presidente no le dijo: ´hombre, eres un medievalista, formas parte de la Fundación Francisco Franco y no puedes hacerlo´. Bien ocurrió eso o bien detrás de la Academia que preside Gonzalo Anes hay una idea clara de establecer un neofranquismo y echar abajo las tesis de los investigadores que defendemos lo contrario.
–¿Carlos Seco Serrano es indicado para hablar de Azaña?
–Yo creo que no pero al menos es un historiador del siglo XX, especialista en la monarquía de Alfonso XIII. En su perfil, al menos, podría entrar Azaña. Ahora bien, dado que la objetividad en el sentido ideológico-político es una ambición inalcanzable, la obligación es buscar a las personas que más han escrito sobre Azaña para hacer el trabajo. Lo normal es que se la encargasen a Santos Juliá, puesto que ha escrito una biografía de Azaña, o al menos que se lo hubieran pedido.
–¿A usted le llamaron para colaborar?
–Lo rechacé porque no me parecía un proyecto serio y no me ofrecían escribir sobre los temas que mejor conozco. Y a Santos Juliá le pasó algo parecido.
–Stanley Payne escribe sobre Pasionaria, ¿lo ve adecuado?
–Payne es un historiador del siglo XX y ha trabajado muchísimo sobre ese período. Ahora, dado que en los últimos años ha reflejado un anticomunismo atroz, darle la biografía de Pasionaria no me parece lo más adecuado. Yo podría hacer una voz digna sobre Felipe II, porque soy historiador, pero sería ridículo que la hiciera estando los grandes modernistas que han escrito sobre él.
–¿Considera que es una obra inútil y que ha quedado invalidada?
–Tal y como la han planteado, sí. Si no tiene rigor, no tiene una difusión importante y además está fuera de la realidad de la historiografía es un derroche de tiempo y de dinero.
–Anes recordó ser deudor de Aznar, autor de la idea.
–Habrá querido decir: "A mí me lo encargó Aznar y se lo agradecemos mucho", luego es algo al servicio de un determinado poder.
–Esperanza Aguirre se quejó siendo ministra de Educación de la "manipulación" de la Historia.
–Estoy convencido de que existe la presuposición de que hay un grupo de historiadores que estamos manipulando la Historia. La gente que estamos dando la vuelta al mundo, haciendo análisis históricos serios y pasando filtros constantes no tenemos necesidad alguna de manipular la Historia. Además, tenemos un código muy claro de la honradez intelectual. Lo que no es honrado intelectualmente es hacer una voz sobre Franco en la que se diga que es un caballero cristiano que salvó a España del comunismo porque sabemos que no es así y lo podemos demostrar.
–¿Cree que este tipo de obras deben hacerse en el ámbito de la universidad?
–Si quieres que reflejen la diversidad de la investigación histórica, necesariamente la tienes que abrir a la gente que mejor ha investigado el objeto que pretendes abordar. Cuando me publican un libro, será porque la editorial cree que tengo crédito y soy de fiar para hacer determinada investigación, de lo contrario se arriesgaría a perder dinero con mi trabajo. Aquí, no, como son clientes y amigos, nadie pasa un filtro. Nadie ha visto qué ponía la biografía de Suárez sobre Franco, en cambio yo no puedo decir lo que quiera y paso filtros. Y los filtros son también los colegas, ante los que te deslegitimas si lo que dices no es cierto. Los filtros son los congresos, los libros, los debates... Nadie diría nada si la biografía de Franco la hubiera hecho Juan Pablo Fusi, un historiador que podría plantear cosas distintas a las de Paul Preston pero que es fiable. Ese es el asunto, ser fiable. Si haces un trabajo, no lo difundes y no llamas a los mejores, se convierte en un derroche de dinero público.
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4204

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J. Casanova: "Quienes sufrieron la persecución en la zona republicana ya fueron compensados con creces por la legislación franquista"

http://historiantes.blogspot.com/2007/05/j-casanova-quienes-sufrieron-la.html


Me hago eco de una entrevista realizada por laRepública.es al historiador Julián Casanova en la que muestra su punto de vista sobre la Ley de la Memoria Histórica y la docencia actual de la historia entre otros temas.
Sus dos últimos libros publicados este mismo año 2007:
Anarquismo y violencia política en la España del siglo XX. I.F.C.. 2007
República y guerra civil. Crítica/Marcial Pons. 2007

Cómo experto y concienzudo historiador, ¿ a quién cree que satisface la futura ley de memoria histórica, porque parece que a nadie?

Meter en una ley la memoria histórica, en singular, cuando hay muchas memorias, es una tarea muy difícil. Quienes sufrieron la persecución en la zona republicana, desde los excombatientes a los excautivos, pasando por los familiares de todos los asesinados , ya fueron compensados con creces, como vencedores de la guerra, por la legislación franquista y la Iglesia católica que sigue hoy perpetuando la memoria de sus mártires, no sólo religiosos, con ceremonias de beatificación. Por el contrario, las familias de los asesinados por las violencia de los militares sublevados y las víctimas de la dictadura franquista tienen todavía pendiente ese reconocimiento jurídico y político. Es ese desequilibrio de la memoria el que se discute en la actualidad. Pero va a ser cuestión de tiempo, de voluntad política y de educación cívica

¿Tan miedosos fuimos que dejamos en manos de hispanistas extranjeros los primeros desafíos históricos de la Transición con respecto a esa contienda bélica que no osábamos mirar ni de costado?

Estaban en mejores condiciones para hacerlo. Venían de mejores universidades y, especialmente los británicos y norteamericanos, estaban acostumbrados, por educacióón, a realizar síntesis narrativas, de esas que con una mirada general te sitúan de forma precisa ante los hechos. Muchos españoles se aproximaron a la vez a ese pasado, sin miedo, pero con historias locales y con narraciones que no llegaban a un público amplio. Por eso la gente recuerda a esos ingleses y no al historiador español que en muchos casos les proporciona la materia prima desde Huesca, Barcelona o Murcia.

Las historia tiene sus ironías. Hemos podido juzgar en España a Pinochet pero incapaces de juzgar y condenar a Franco...

No hay ninguna duda sobre la definición y existencia de los crímenes políticos de la dictadura franquista. Pero la transición democrática los perdonó, cerró ese tema y no creo que sea momento de reclamar ahora "justicia punitiva" para los responsables y perpetradores de esos crímenes. Otra cosa muy diferente es que haya gente que niegue esos crímenes o que saque un libro sobre los asesinatos de Paracuellos, un tema al que el franquismo ya recurrió una y otra vez, para arrojarlo a la cara de los que ellos consideran rojos. Sin entrar en más matices, la violencia política existió en las dos zonas durante la guerra civil. Pero después de abril de 1939, el monopolio de la violencia, ilegal y cruel, lo ejerció sólo la dictadura que se levantó sobre los cadáveres de los vencidos en la guerra. Quienes niegan los crímenes de la dictadura franquista tampoco están muy interesados en airear los de Videla o Pinochet.

Son hoy los nietos de las víctimas del franquismo los que quieren desenterrar lo ocultado. Pero también hay otros nietos que quieren salvaguardar la etapa franquista como redentora. ¿Sigue la división en las generaciones posteriores?

Cuando se habla de nietos, normalmente se trata de nietos de las víctimas de la violencia ejercida en el bando de los militares sublevados durante la guerra civil. Porque muchas de las víctimas del franquismo viven todavía y cuentan también sus historias. Y claro, hay otros nietos que, como dice usted, "quieren guardar como salvadora la etapa franquista". Esas son las memorias a las que me refería antes. No es una división que se plasma en una nueva generación. Se trata más bien del legado de las dos memorias diferentes, de cómo le contaron a cada uno la historia, y de cómo gestionar hoy esa memoria.

Aborda el anarquismo en una de sus obras recientes “Anarquismo y la violencia política en la España del siglo XX””. ¿No es el anarquista un ser de convicciones libertarias, utópicas, un eterno reformador de la historia en curso que ve inevitable el uso de la violencia en algunos casos? . ¿Qué significa ser anarquista?

Desde la fundación de las primeras organizaciones obreras anarquistas en 1870 hasta el exilio republicano de 1939, el anarquismo arrastró tras su bandera roja y negra a sectores populares diversos y muy amplios. Sin ellos, nunca hubiera llegado a ser un movimiento de masas, se hubiera quedado en una ideología útil para individualidades rebeldes, muy revolucionaria pero frágil, arrinconada por el crecimiento socialista y relegada a la violencia verbal. Pero su historia quedó también asociada a la bomba y al revólver, a la siniestra figura del hombre de capa negra con el cartucho de dinamita y al pistolero, al anticlerical y justiciero de la Federación Anarquista Ibérica (FAI). Son las dos caras del anarquismo, la que arraigó en los sindicatos y la violenta. Un anarquista es alguien que lucha contra la propiedad privada y contra el Estado, que cree en la acción directa como forma de lucha y niega la posibilidad de transformar la sociedad a través de la lucha parlamentaria. Eso es lo que le diferencia básicamente de socialistas y comunistas. Pero ese antipoliticismo lo practicaba el anarquismo en tiempos de corrupción política, cuando las elecciones no eran libres y los Estados daban más palo que zanahoria. La modernización y democratización se engulleron a ese movimiento, aunque en España la guerra y la represión franquista dejaron poco de él.

“Siempre ha habido gente que sostiene que la verdad es a veces inoportuna, desfavorable: un lujo”. Afirmaba Susan Sontag. ¿Qué tanto por ciento de verdad guarda la historia universal?

Verdades relativas, pero verdades. Sabemos muchas cosas sobre el pasado que son incuestionables, que han sido verificadas a través de documentos e investigaciones rigurosas. Pero son verdades relativas, sujetas siempre a las miradas de las diversas nacionalidades, razas, religiones, clases o géneros.

La destrucción de libros nos impide responder algunas preguntas clave de la historia. El escritor Fernando Báez proporciona datos imprescindibles en "Historia universal de la destrucción de libros". ¿Y los archivos cuantas preguntas pueden responder?

Muchas, aunque siempre responderán más y mejor de los acontecimientos del pasado protagonizados por los grandes personajes y los poderosos. Pero no sólo de archivos y documentos vive el historiador, que busca cualquier resto material, desde narraciones literarias a legados arqueológicos.

Marx dijo que la historia es siempre un proceso dialéctico en donde los grandes procesos estructurales requieren de la aparición de ciertos sujetos colectivos e individuales. ¿Tendremos que esperar siempre grandes cambios de generación en generación ?

Hay generaciones que vivieron tiempos mucho más convulsos que otras. El período que en Europa va entre 1914 a 1945, por ejemplo, es uno de ellos, extraordinario. Pasaron tantas cosas y hubo tantos cambios que es difícil poner un poco de orden en la narración. Aunque por mucho que se quiera poner énfasis en los cambios culturales, políticos y sociales, al final resultó que murieron ochenta millones de personas como consecuencia de la violencia del Estado, de la revolucionaria, fascista o de los militares. En la Europa de las civilizaciones. Y todo en apenas treinta años

Los errores de la izquierda se han convertido en los eternos tópicos siempre esgrimidos por los oponentes conservadores de todos los gobiernos mundiales. El estalinismo y el “pensamiento único” proclamaban el fin de la historia, cada uno en su tiempo: terminar el juego cuando ganaban. ¿Hoy los movimientos obreros, sindicales y populares que representaban el estalinismo han pasado a la historia?

Sí, afortunadamente. Porque una cosa es la prédica de la libertad y la justicia social que está en el origen de todas las variedades del socialismo decimonónico y otra muy diferente son las nefastas manifestaciones prácticas que todo eso tuvo cuando llegaron al poder en algunos países. La libertad, la pluralidad y el respeto a los demás, acompañado de beneficios económicos y sociales para una mayoría, han sido bienes escasos en la historia y hoy hay todavía millones y millones de ciudadanos en todo el mundo que no tienen acceso a ellos.

El sistema educativo juega un papel importante a la hora de impartir historia. Y la historia de la evolución humana es de vital importancia para un conocimiento mutuo. ¿No debería haber un tribunal internacional que prohibiera, por ley rigorista, el creacionismo y la teoría inteligente ahí donde se imparte?

Yo soy poco partidario de regular el conocimiento y de poner normas al saber. Los tribunales internacionales, en cualquier caso, siempre representarían la versión de la historia del hombre, masculino, blanco.

Siguiendo la estela de la pregunta anterior. Negar los hechos científicos, negar el holocausto, negar la historia no es una irresponsabilidad política, moral, ética, legal, y de la lógica?

Eso aclara más la pregunta anterior. Porque sí que existen responsabilidades políticas, legales y éticas y no afectan igual a todos los ciudadanos. Algunos son más responsables que otros. No es lo mismo que niegue el holocausto un militante de la ultraderecha que un profesor de universidad o un periodista, que están obligados a ser rigurosos y honrados con los conocimientos a su alcance. Y no es lo mismo que no condene el golpe de Estado de julio de 1936 un ciudadano de la calle que un parlamentario del Partido Popular.

Los historiadores son quienes articulan o reconstruyen la historia de los pueblos y generaciones, su imagen ya pasada, presente y futura. ¿Qué juramento hipocrático tiene que hacer un buen historiador?

La honradez intelectual: ser fiel a las fuentes, nunca ocultar lo que se encuentra, aunque no le guste a uno o no se adapte a sus ideas, y sacar aquellas partes más ocultas de la historia, las que nunca tienen en cuenta los propagandistas oficiales.

¿Dígame que libro lee en estos momentos, y me sorprendería que no fuera de historia?

Suelo tener siempre dos libros abiertos, una novela y uno de ensayo. Ahora estoy acabando El corazón helado, de Almudena Grandes, y El arte de la ficcióón, de David Lodge. Eso de abandonar la docencia para escribir novelas, como hizo el inglés Lodge, antiguo profesor de literatura, está bien. Y con su Small World (traducido al castellano como El mundo es un pañuelo) se disfruta mucho.

Mucha gente se ha agarrado a esas novelas históricas, a caballo entre el rigor histórico y la aventura, con las que les parece más divertido saber sobre historia. Por ejemplo las entregas de Jean M. Auel. ¿Es una equivocación engancharse a esos libros?

La historia y la ficción se confunden a menudo y las novelas históricas son el mejor ejemplo. Está bien que cientos de miles de personas lean El código da Vinci, La catedral del mar, o la serie de Los hijos de la tierra, por citar ejemplos muy recientes. No creo que pueda compararse con la buena literatura, la que puede representar Faulkner en el siglo XX o Galdós en el XIX, aunque yo nunca les he negado el mérito de compartir sus historias con tantos lectores. No los he leído porque tengo antes cientos de libros esperando. De los best-seller de los últimos años, de esos que te dicen los editores que han vendido más de un millón de ejemplares, sólo he leído La sombra del viento. Aunque también son best-seller A sangre fría o Crónica de una muerte anunciada, mis modelos favoritos de precisión narrativa.

¿Contribuye en algo Internet a esclarece la historia, o más bien al contrario? ¿No se van instalando demasiadas opiniones sin contrastar en el ensordecedor silencio de la Red?

El acceso a Internet está cambiando de forma radical las fuentes de informacióón. Como fuente de información es impagable, pero es también el mejor modo de apropiarse de contenidos ajenos. El plagio se va a convertir en norma, sobre todo si no acostumbramos a los jóvenes estudiantes a citar las fuentes utilizadas y a ser respetuosos con las opiniones de los demás.

Como síntesis ¿cuál es el Talón de Aquiles de la historia?

Somos los historiadores, y no la historia, quienes tenemos Talón de Aquiles. Inventar, falsear la historia, adaptarla a nuestras propias preconcepciones, es uno de ellos. El otro, en el extremo opuesto, pensar que existe la posibilidad de reconstruir con total objetividad el pasado. Ese es un sueño que todavía se estimula en muchas Facultades de historia.

Blanca Vázque


domingo, junio 05, 2011

Entrevista al historiador Youssef Girard. “Francia debería analizar el conjunto de su historia colonial y reconocer los crímenes cometidos durante todo ese período”

Tomado de http://www.rebelion.org/noticia.php?id=129821

Assala




    En primer término los lectores de Assala querrían conocerle ¿Quién es Youssef Girard?
    Soy un investigador de la historia, especializado en estudiar el nacionalismo argelino y en general en el estudio de la Argelia contemporánea. Nací en el suburbio de París a comienzos de los 80. Después de estudiar historia en la Sorbona, me especialicé en la historia de Argelia en el marco de mi doctorado.
  1. ¿Cómo llegó al Islam?
    Como para muchas personas de mi generación cuya juventud transcurrió en el suburbio parisino, el Islam era un referente cultural y ético. A partir de los 18 años decidí practicar el islamismo y busqué profundizar mis conocimientos en materia religiosa. Esta decisión no era de carácter puramente personal sino que se inscribía en la dinámica de grupo que hizo que numerosos jóvenes de la comuna en que vivía siguieran el mismo recorrido espiritual. Esta dinámica de grupo nos permitió avanzar juntos en el camino del Islam, aun cuando luego cada uno haya seguido su propia evolución personal.
  1. ¿Es posible conocer el objetivo central de sus trabajos de investigación y sus motivaciones?
    Presenté una tesis doctoral en historia contemporánea en junio de 2010 en la Universidad París VII que encaraba la historia del PPS-MTLD en el antiguo departamento de Argelia entre 1843 y 1954. Esta tesis continuaba la de mi maestría referida a los movimientos juveniles en Argelia entre 1943 y 1954 y mi informe DEA que, preparando mi tesis doctoral, se refería al PPA-MTLD en el antiguo departamento de Argelia, específicamente centrado en el distrito de Medea.
    El PPA-MTLD, más allá del movimiento revolucionario nacionalista argelino, encarnado primero en la Estrella Norafricana y luego en el FLN (Frente de Liberación Nacional) es siempre el objetivo central de mis investigaciones. Cuando terminé mi trabajo de tesis, amplié mi campo de investigación a temas como la política asimilacionista encarada por Francia en Argelia donde se inserta la obra de Malek Bennabi.
    Mi objetivo es estudiar la historia de Argelia a partir de sus diferentes componentes, políticos, pero también culturales, con el objeto de lograr una visión lo más completa posible de la historia contemporánea de ese país. Este enfoque me permite estudiar también el colonialismo francés y las resistencias que suscitó. Mi interés en el estudio del colonialismo y de las resistencias que se le opusieron fue determinado por la situación del Islam y de los musulmanes en Francia, estructurada en parte por la historia colonial francesa y singularmente por la historia de la colonización de Argelia.
    Contrariamente a lo que podría ser un discurso “hipócrita” yo trato de ser un historiador “neutro” porque mi interés está arraigado en un presente inmediatamente vivido.
  1. Usted es conocido por sus trabajos sobre la revolución argelina, por sus textos sobre Bennabi, un informe bien documentado sobre Ahmed Bouda ¿Podría conocer el origen de ese interés por la historia de Argelia?
    Existió el azar de un encuentro literario con las memorias de Messali Hadj, en una biblioteca, cuando todavía iba al liceo y estaba interesado en el Islam pero también con las luchas de liberación nacional de los pueblos colonizados. La visión de este hombre “tradicionalmente vestido” a la argelina, caminando por las calles de Niort, me produjo deseos de leer su obra. Esa lectura me suscitó un interés que se fue acentuando a medida que fui profundizando mis conocimientos sobre la historia argelina. La lectura de los Condenados de la tierra de Frantz Fanon no hizo más que duplicar ese interés que nunca ha disminuido.
    Como le he dicho mi inclinación por la historia de Argelia no es desinteresada. Está vinculada también a una vida en la que influyera la historia de la colonización.
  1. ¿Piensa usted que la revolución de 1954 y las diferentes crisis por las que pasó han tenido alguna influencia en la actual situación política de Argelia?
    Es innegable y desde luego normal. El presente se haya siempre condicionado por el pasado. Este condicionamiento del presente por el pasado explica porque este es un desafío que supera el solo estudio de la historia y el pequeño círculo “cerrado” de los historiadores. Es también una apuesta de la sociedad que exige debatir el pasado en la esfera pública.
    Para no considerar más que la crisis del verano de 1962, se ve bien como condicionó, por lo menos en parte, la política argelina hasta nuestros días, La salida de esa crisis tuvo un papel determinante sobre una serie de instituciones argelinas y sobre ciertas orientaciones políticas del estado. Es por eso que estudiarla es fundamental.
    Más allá de la revolución y de las crisis la historia del movimiento nacional juega un innegable papel en Argelia. Esto se manifiesta por ejemplo en el nivel de las ideas políticas que se construyen y que aún se desarrollan hoy en día con relación a la historia del movimiento nacional. Todo esto me parece normal y es por eso que resulta necesario debatir sobre esta historia.
6 . ¿Qué piensa usted sobre debatir la necesidad de reconocimiento por parte de Francia
de los crímenes y de las fechorías del colonialismo?
Sería absolutamente normal que Francia reconociese los crímenes cometidos y no
solamente durante la “guerra de Argelia” sino también durante los 132 años de
dominación colonial francesa en Argelia. Más allá de Argelia Francia debería analizar el
conjunto de su historia colonial y reconocer los crímenes cometidos en todo ese
período.
    No obstante la Francia actual se halla inserta en la continuidad de su historia colonial y está muy lejos de reconocer sus crímenes coloniales. La ley del 23 de febrero que reconoce los ”beneficios del colonialismo” ha sido derogada solo parcialmente y muchos de sus artículos resultan todavía más que problemáticos. En muchas oportunidades el pasado colonialista de Francia ha sido defendido públicamente por Sarkozy, a pesar del tiempo transcurrido las ideas colonialistas o neo-colonialistas siguen dominando.
    Terminando con la colonización, Franz Fanon decía que el tema no era saber si Francia era racista sino preguntarse si era posible que Francia no fuera racista habiendo sido la potencia colonial que fue. El debate sobre el reconocimiento de los crímenes coloniales no remite a esta cuestión fundamental porque Francia no podrá librarse del racismo y del neo-colonialismo sino cuando recapacite sobre su pasado de potencia colonial.
7 . ¿Cómo evalúa usted la relación de los musulmanes con el Islam?
    En Francia, es muy variable según las personas pero hay una parte importante de los musulmanes que se mantienen muy fieles a su religión y a su identidad islámica. Contra las políticas públicas que tienden a restringir la identidad musulmana, especialmente los ataques a las musulmanas que portan velo, vemos expresar un verdadero apego a la religión musulmana. Evidentemente este apego podría profundizarse, pero el hecho de que muchas personas estén apegadas a su identidad islámica a pesar de las políticas de despersonalización puestas en vigor, muestra un profundo apego a la identidad. Esto conforma una fuerza de resistencia contra el racismo que denigra y estigmatiza al islam y a los musulmanes.
8. Los musulmanes que viven en occidente y los musulmanes que viven en países
islámicos: ¿un destino común o trayectorias diferentes?
Habrá forzosamente y las hay ya diferencias como también las hay entre los
    musulmanes que viven en los diferentes países islámicos. También las hay entre los musulmanes que viven en diferentes países occidentales porque esos países se hallan regidos por leyes diferentes y porque no todos los musulmanes tienen la misma historia. Le daré tres ejemplos que merecen ser comparativamente estudiados:
    1. En Francia, con un pasado colonial y donde las relaciones entre Estado y religiones se rigen por el laicismo, la mayoría de los musulmanes proceden de la inmigración magrebí y africana, regiones antiguamente colonizadas por Francia.
    2. En Alemania que no cuenta con el mismo pasado colonial y que no conoce el laicismo los musulmanes proceden en su mayoría de países que no fueron nunca colonizados por Alemania.
    3. En Gran Bretaña que tiene un pasado colonial y que no conoce el laicismo, la mayoría de los musulmanes procede del subcontinente indio, antiguamente colonizado por Gran Bretaña.
    Los tres casos, rápidamente enunciados configuran significativas diferencias entre los musulmanes que viven en estos tres países occidentales.
    Para volver sobre su pregunta, creo que es de interés de los musulmanes que viven en occidente mantener un estrecho vínculo con el mundo musulmán. En Francia algunos hablan de un “Islam francés” que esconde el deseo de independizar a los musulmanes que viven en Francia del mundo musulmán. Esta percepción no puede llevar, intelectual y espiritualmente sino a una amputación. A los musulmanes que viven en Francia les interesa mantener un fuerte vínculo con el conjunto del mundo musulmán y más especialmente con el Magreb y con Africa. Este fuerte vínculo no puede sino servir para el enriquecimiento.
9. ¿Cuál es su lectura sobre la de temas como identidad y laicismo en el debate político
francés? ¿Se propagará al resto de Europa?
    Esos ya han ganado a Europa como lo demuestra el referendo sobre la prohibición de construir minaretes en Suiza o el ascenso de una extrema derecha xenófoba en varios países de Europa. Esto significa evidentemente una amenaza para los musulmanes que viven en Europa. Esta amenaza debería ser un llamado de alerta para los musulmanes que residen en Europa porque está dirigida directamente a ellos.
    En Francia, los temas relacionados con la identidad y el laicismo son un modo de reactualizar la vieja ideología colonial francesa que no murió con la liberación de los pueblos colonizados. La política islamófoba remueve la herencia del pasado para ponerlo al servicio de los actuales intereses. Desgraciadamente teniendo en cuenta el pasado colonial francés uno no puede ser muy optimista sobre el porvenir y eso además porque algunos necesitan de la islamofobia para justificar su política. En realidad se corre el riesgo de que las políticas islamófobas se refuercen en el futuro. Las recientes 26 propuestas de la UMP(2) sobre “laicismo” van en ese sentido.
    Todo eso responde a la mencionada pregunta de Fanon: ¿es posible que Francia no sea racista habiendo sido como fue una potencia colonizadora? La política islamófoba francesa actualiza este tema.
10. ¿Cuál es su análisis sobre la percepción de la opinión pública occidental con relación a
la cuestión palestina? ¿Se han producido progresos?
    Me es difícil hablar en general de la opinión occidental porque difiere según el país. En Francia, la percepción de la cuestión palestina se halla determinada por el discurso mediático y político. Este último está condicionado por ciertos parámetros: la cultura colonial francesa que define en parte la representación del mundo árabe y musulmán, la adhesión al proyecto sionista o el sentimiento de existir una comunidad de intereses (la defensa de occidente) entre Francia y el Estado sionista. Esto hace que a los medios franceses les sea muy difícil defender los históricos derechos del pueblo palestino.
    En el seno de la sociedad civil, existe por lo menos un movimiento de “apoyo” a Palestina conformado por personas que pueden tener posiciones diferentes y hasta opuestas: yendo desde los que apoyan la resistencia del pueblo palestino hasta los que llaman a la “paz” y condenan la resistencia armada. Personalmente formo parte de los que piensan que un pueblo colonizado tiene todo el derecho de defenderse y de luchar por su liberación.
    A pesar del discurso mediático y político, a pesar de las divergencias existentes en el seno del movimiento de “apoyo” a Palestina, la solidaridad con el pueblo palestino ha sido expresada en el transcurso de muchas manifestaciones luego de la agresión a Gaza en diciembre de 2008 – hubo también importantes manifestaciones de apoyo a comienzos de los años 2000 luego del estallido de la segunda intifada. En esas manifestaciones la población árabe y musulmana que vive en Francia estuvo presente., siendo actualmente, en Francia, uno de los pilares del movimiento de apoyo a Palestina.
    El principal problema del movimiento de “apoyo” es que se manifiesta masivamente únicamente en oportunidad de los ataques sionistas. Fuera de esos momentos “calientes” el movimiento tiene tendencia a tambalear y a agrupar solamente a las personas más comprometidas con el problema. El desafío del movimiento de “apoyo” es el de lograr mantener el mismo nivel de movilización en el tiempo. Dada la importancia del movimiento de apoyo en los momentos “calientes” este objetivo no parece ser imposible pese a los obstáculos que deberá enfrentar.
11. Usted alerta a menudo a los musulmanes sobe los peligros de una concepción del Islam
    que trata de mostrarlo en el terreno económico como un régimen de tipo liberal ¿Podría decirme en que sentido le parece peligrosa esta concepción?
    El capitalismo me parece u peligro para los musulmanes y para la humanidad por varias razones:
  • Históricamente el capitalismo se ha construido sobre lo que Marx llamaba la “masacre de los inocentes” necesaria a la “primitiva acumulación” de capital. Se debe entender aquí la exterminación de los Amerindios, el pillaje del continente americano, la deportación y la reducción a la esclavitud de millones de africanos, Ese capitalismo fue el motor de la segunda colonización que sometió a la mayor parte de Africa y de Asia – y por lo tanto al mundo musulmán – al yugo de occidente.
  • El capitalismo lleva en sí mismo una dinámica que tiende a transformar al mundo en mercadería. Esta dinámica llamada reificación tiende a transformar las culturas, las relaciones humanas y hasta la espiritualidad en objetos comerciales. Partiendo de esta idea el islam corre el riesgo de ser sometido a la mercantilización y de ser transformado en un simple objeto de consumo. Esto se puede observar en lo que algunos llaman el “mercado islámico” en el que la identidad islámica se manifiesta solamente de manera consumista desvinculada del concepto islámico de sabiduría y de ética, de este modo el parecer “islámico” tiene el poder de anular el ser musulmán.
  • El capitalismo es portador de un determinado modelo cultural que es el que construyó occidente a partir de la segunda mitad del siglo XV. Efectivamente la difusión del capitalismo está ligada a la occidentalización de los mundos no occidentales, el error sería creer que se puede aplicar al capitalismo un barniz “islámico” con el objeto de protegerse de la occidentalización. Sería un error fundamental porque la occidentalización puede seguir prosperando siempre sobre el “barniz” islámico.
Estos tres aspectos fundamentales hacen que el capitalismo deba ser condenado no solamente por lo que hace sino por lo que intrínsecamente es. Pero para ser concreto es necesario analizar lo que el capitalismo produce en materia de desastres sociales inmediatos (hambre en el mundo, miseria social…) y las catástrofes ecológicas. Todos esos elementos deberían conducir a los musulmanes a reflexionar críticamente sobre el problema del capitalismo.
12 ¿Se puede rechazar todo en block o aceptar algo de la experiencia occidental en los aspectos políticos, económico y social…considerando que se trata de una experiencia construida sobre fundamentos teóricos, ideológicos fundamentalmente diferentes a los del Islam?
Aunque se quisiera adoptar algo de esa experiencia, pienso que sería imposible. En efecto la colonización, luego el neocolonialismo hacen que la experiencia occidental haya tenido repercusión mundial y especialmente en los países musulmanes. De modo que es necesario tener en cuenta la experiencia histórica y analizarla de manera crítica.
El error, por el contrario, sería imitar a occidente según la lógica de Ibn Khaldoun que en su tiempo quería que el vencido imite al vencedor. Tener en cuenta la experiencia occidental no quiere decir imitar a occidente sino ser capaz de desarrollar una relación crítica frente a esa experiencia. De todas maneras, quienes estudian seriamente la experiencia occidental, conocen la cantidad de elementos negativos que jalonan su historia: la exterminación de los amerindios en campos de concentración pasando por la esclavitud y la colonización.
Por otra parte, hoy en día, en el mismo occidente, los movimientos ecologistas ponen en tela de juicio la viabilidad a largo plazo del modelo occidental. Por razones de limitaciones ecológicas, el planeta no podrá sostener una humanidad en que todos los habitantes gocen de las formas de vida de un usamericano o de un europeo. Estos datos ponen en tela de juicio la experiencia occidental tal como fuera históricamente construida.
13. ¿Tiene el Islam una perspectiva histórica en occidente?
Eso depende en gran parte de las conclusiones que surjan de los debates actualmente en curso en diferentes países europeos. Por el momento me parece que por el momento nos hallamos en una fuga hacia delante que consiste en restringir la manifestación de la identidad musulmana mediante la sanción de leyes dirigidas en contra de la comunidad musulmana. La historia nos muestra que este tipo de huída hacia delante puede llegar demasiado lejos.
Los musulmanes que viven en occidente deberían recordar la histórica experiencia de los moros en España. Luego de un siglo de represión tratando de des-islamizarlos completamente los moros fueron finalmente expulsados por el rey Felipe III de España a partir de 1609. Aunque la historia nunca se reproduce idénticamente no podemos ignorar este precedente. Si se debiera desarrollar una perspectiva similar, se estaría poniendo fin a la corta experiencia del Islam en occidente.
    14. Usted es intransigente y rechaza el modelo occidental en su forma liberal. Muestra sin embargo una cierta indulgencia en lo referente al modelo occidental en su flanco social o socialista ¿He comprendido bien su pensamiento? Si sí, ¿quiere decir que el capitalismo y el socialismo no son productos puros del mismo pensamiento y experiencia occidentales?
Yo no soy intransigente con el capitalismo occidental sino que trato de encontrar la raíz de los problemas con el objeto de comprenderlos globalmente. Para responder a su pregunta yo no creo ser más indulgente con el modelo “socialista” o con la izquierda occidental. Algunos también me reprochan ser demasiado crítico con la izquierda occidental, que yo no tengo costumbre de tratar con deferencia. Me acuerdo, por ejemplo, de haber defendido públicamente la idea de que la URSS era un estado colonizador porque el poder soviético no había descolonizado a las naciones conquistadas por los Zares de Rusia (en Asia Central o en el Cáucaso) Esto me acarreó la hostilidad de una sala integrada por una mayoría de mujeres y de hombres de izquierda que no aceptaban este tipo de críticas.
En el fondo creo, sin embargo, que existen diferencias entre las personas que defienden uno u otro proyecto, “capitalista” o “social” En efecto los que defienden un proyecto “social o socialista” alientan un rechazo al mundo tal como es y un deseo de justicia social que no puede dejarme insensible. Eso no quiere decir que comparto íntegramente sus perspectivas pero puedo encontrar con ellos puntos en común. En el marco del apoyo a Palestina, por ejemplo, este tipo de acercamiento se produce concretamente en las movilizaciones. Esto no sucede al margen de algunos problemas porque la izquierda francesa no está exenta de ideas coloniales, especialmente con relación al islam. De hecho esto no significa una atenuación de la crítica al occidentalocentrismo y al paternalismo existente en cierta izquierda occidental que sigue siendo una izquierda colonial.
A nivel “teórico” pensadores de izquierda o sociales, Marx por ejemplo, han desarrollado una crítica al capitalismo que merece ser estudiada aun cuando los musulmanes no compartan el conjunto de sus concepciones sobre el mundo. Podemos lograr una apropiación crítica de su pensamiento, utilizando los que nos parece pertinente en el análisis del mundo. En América del Sur los pensadores cristianos de la Teología de la Liberación han realizado, en este sentido, un trabajo interesante. Esta experiencia no ha dejado de tener eco en ciertos intelectuales musulmanes por ejemplo Ali Shariati.
15 ¿Qué análisis hace usted de los cambios que se están produciendo en los países árabes : pueden generarles una alternativa histórica?
A mi parecer ya son portadores de una alternativa porque la situación en el mundo árabe no es hoy en día la misma. Tampoco hay que ser tonto, las antiguas fuerzas del poder no van a dejar su lugar sin antes defenderlo ferozmente. Los occidentales no van a abandonar sus intereses sin reaccionar. En los meses futuros habrá luchas extremadamente duras que serán determinantes para el mundo árabe. Habrá entonces que trazar nuevas perspectivas y crear nuevas alianzas entre los grupos sociales y políticos. Al fin el mundo árabe tendrá necesidad de unirse para hacer frente a los desafíos que deberá afrontar.
Fuente : Centro de estudios Assala
Notas:
  1. PPA-MTLD : Partido del Pueblo Argelino y Movimiento para el Triunfo de las Libertades Democráticas
  2. UMP: Unión por un Movimiento Popular

sábado, junio 04, 2011

Apuntes “indignados” en torno al Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia

Tomado de http://www.rebelion.org/noticia.php?id=129743


Mundo Obrero


A falta de una mayor perspectiva a la hora de valorar la publicación del Diccionario Biográfico Español más que ante “novedad” nos movemos en el terreno de las obviedades. O acaso los historiadores e investigadores que han venido trabajando con rigurosidad la reconstrucción de la historia de España del siglo XX se podían esperar otro resultado. En la historia como en la política nada es casual. En torno a la Real Academia de la Historia el conocimiento popular venía a transmitir un conjunto de imágenes estereotipadas: falta de prestigio académico, clientelismo, sectarismo… pero sobre todo se nos aparecía como conservadora y elitista. Es decir, dentro del imaginario colectivo representaría al clásico “señor feudal” de los departamentos académicos. Lo que no nos podíamos imaginar –y por ahí se puede explicar el profundo rechazo a la citada obra– es que además de conservadora fuera profundamente reaccionaria y franquista. A todo ello se suma un hecho a tener presente: el director del Diccionario Biográfico, Gonzalo Anes, en principio, no aparecía vinculado a la corriente revionista franquista. Respetado historiador económico con títulos de referencia además está considerado como uno de los introductores de la obra del hispanista Pierre Vilar.
Como sucede con otros aspectos de la vida todo tiene su límite. Más en tiempos en que la reconstrucción y recuperación de nuestro pasado traumático, y por tanto de nuestra memoria e historia democrática, ha venido a desterrar mitos y símbolos, con el añadido de la demostración empírica de una política de exterminio del franquismo contra el adversario político. No se trata de ninguna cuestión baladí sino de “crímenes contra la humanidad”.
En el terreno de las responsabilidades apuntar dos ideas. Primero, la del Ministerio de Cultura . Dejando aparte varios interrogantes sobre la gestión de lo público, quizás lo que resulte más grave es la dosis de legitimidad política que confirió al Diccionario Biográfico el estar de cuerpo presente la propia Ministra de Cultura en su presentación. Lo que nos lleva a una pregunta: ¿desde el Ministerio no se leen lo que financian, lo que apoyan? La segunda reflexión a repensar es sencilla y breve: la gratuidad de hacer apología del franquismo y por tanto de despreciar a las víctimas de la dictadura. Lo que viene a demostrar, en suma, el excelente estado de salud de nuestro modelo de impunidad.
En fin, no quisiéramos desaprovechar la ocasión para invitar a los señores y seño ras académicos a que se acercaran a la experiencia investigadora que en el año 2002 la Sección de Historia de la Fundación de Investigaciones Marxistas pondría en marcha cuando se procedió a revisar –en el buen sentido de la palabra– la historia del Partido Comunista de España. En tiempos nada fáciles en tanto el anticomuniscomo causaba furor, nuestro proyecto se sustentó en tres principios básicos: fin de la historia militante, rigurosidad en lo metodológico y lo teórico y ante todo se contó con los mejores expertos sin prejuicios ideológicos ni consignas. O dicho en otras palabras: entendimos y entendemos la historia como ciencia –como explicaba el mismo Pierre Vilar– frente a los propagandistas y los tergiversadores de lo histórico.
Fuente: Artículo publicado en Mundo Obrero, n° 237, junio de 2011. Versión extendida de la edición de papel.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.


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